El Gobierno evalúa la posibilidad de avanzar con un esquema de privatización segmentada en Aerolíneas Argentinas de cara a la reunión de esta tarde con los gremios aeronáuticos para evitar nuevas medidas de fuerza que afecten a los aeropuertos. El plan integral incluiría el cierre de rutas internacionales que dan pérdida con foco en la privatización de la operación de los vuelos de cabotaje y un reclamo a los gobernadores para compartir los costos de los vuelos deficitarios al interior del país.
Aerolíneas Argentinas: privatización "segmentada" y reclamo a los gobernadores
Aerolíneas Argentinas controla el 65% del mercado de cabotaje, el más rentable de la compañía y foco de una eventual privatización. Piden a provincias compartir el costo de vuelos deficitarios al interior
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En Casa Rosada avanzan con la opción de poner el foco de la privatización en primer lugar sobre los vuelos de cabotaje, los más rentables de la empresa. Aerolíneas Argentinas tiene como principal activo operacional el control del 65% de los vuelos a las provincias, la mayoría de los cuales no son reemplazables por otro medio de transporte teniendo en cuenta la falta de infraestructura y la extensión del territorio nacional.
Privatización por ley
Por eso en La Libertad Avanza, en paralelo al dictamen en Diputados de un proyecto de ley que declara sujeta a privatización a la empresa, se enfocan en un plan con foco para privatizar la operación de los vuelos en el interior del país. El esquema involucra también a los gobernadores. Si alguna provincia está interesada en mantener una ruta de cabotaje que no sea rentable, será invitada a asumir los costos para colaborar con la meta del equilibrio fiscal, un axioma de hierro blindado por la gestión de Javier Milei. "Hay que sentar a los gobernadores y a los intendentes a compartir los costos de los destinos deficitarios, ¿por qué lo tienen que pagar todos los argentinos?", señala ante la consulta de Ámbito un funcionario al tanto de las negociaciones.
El año pasado, los vuelos de cabotaje de Aerolíneas Argentinas transportaron a 11 millones de pasajeros, el 63% del total del mercado de acuerdo a información de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). En los primeros siete meses de este año, el porcentaje trepó al 65,7% del total, convirtiéndosela en el segmento de operaciones que mayor interés abre para una privatización. En vuelos internacionales, la compañía abarca casi el 25% de las operaciones: en 2023 volaron 1,7 millones de pasajeros, el 24,2% del total.
El Poder Ejecutivo Nacional sacude el martillo del cierre de Aerolíneas Argentinas ante la opinión pública para domar a los gremios. Pero no está dispuesto a mandar a la quiebra a la empresa a pérdida ante la necesidad de los dólares frescos que llegarían a través de un esquema de privatización segmentada. Para eso, el primer objetivo del Gobierno es la modificación de los convenios colectivos para eliminar beneficios del personal aeronáutico. Se trata de los tramos aéreos sin costo que reciben los trabajadores y sus familias, remises, sistema de horas de vuelo y bonificaciones a cargo de la empresa.
Viabilidad de Aerolíneas Argentinas
Luego de la reunión del viernes pasado, la negociación entre la compañía y los gremios está en un punto muerto. Fabián Lombardo recibió por separado a la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), a la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) y al gremio de Aeronavegantes. Desde la empresa aseguran que no presentaron ninguna propuesta alternativa para la viabilidad financiera de Aerolíneas frente al déficit de unos 400 millones de dólares registrados en 2023.
"La bestilalidad de las medidas de fuerza de los gremios, en especial de los trabajadores de Intercargo, fueron funcionales a la estrategia del Gobierno, ahora van a tener que ceder", se entusiasman en Casa Rosada de cara al nuevo encuentro que se realizará esta tarde. En los sindicatos no sólo percibieron el hastío de la opinión pública frente a medidas sorpresivas, casi permanentes y hasta extremas como dejar a los pasajeros encerrados adentro de los aviones sino que también registraron que Javier Milei no está dispuesto a ceder.
El Presidente asumió la batalla contra los gremios aeronáuticos como propios y puso al secretario de Transporte, Franco Mogetta, a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y a Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, a contener el conflicto y a avanzar en un esquema macro de privatización segmentada. Mientras avanza con el plan privatizador bajo la amenaza de abrir un procedimiento preventivo de crisis ante la Secretaría de Trabajo, el Gobierno nacional estaría en condiciones de mostrar al último trimestre del año como el primero sin pérdidas desde la reestatización de la empresa en 2008.
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