7 de abril 2025 - 21:52

Con la definición del calendario electoral, Axel Kicillof firmó también el desenlace de la interna del PJ

Con la rúbrica del texto para desdoblar los comicios locales de los nacionales, el gobernador bonaerense firmó también el desenlace de la insólita interna del Partido Justicialista, que eligió el distrito más populoso del país como campo de batalla para dirimir sus diferencias.

Kicillof consumó el quiebre con su mentora política, Cristina Kirchner, para seguir con una larga tradición no solo en el peronismo, sino de la política en general. 

Kicillof consumó el quiebre con su mentora política, Cristina Kirchner, para seguir con una larga tradición no solo en el peronismo, sino de la política en general. 

Ignacio Petunchi

Sin embargo, con la rúbrica del texto para desdoblar los comicios locales de los nacionales, Kicillof firmó también el desenlace de la insólita interna del Partido Justicialista, que eligió el distrito más populoso del país como campo de batalla para dirimir sus diferencias. El detonante fue el cónclave sin resultados que el domingo por la noche tuvo el propio gobernador con Máximo Kichner y Sergio Massa, donde no lograron hacer confluir las posiciones. Ahora, Kicillof consumó el quiebre con su mentora política, Cristina Kirchner, para seguir con una larga tradición no solo en el peronismo, sino de la política en general: el discípulo que crece y en algún momento debe “matar al padre”, como en el mito griego de Edipo, retomado luego por el psicoanálisis. Tal vez, en el peronismo la metáfora sea más recurrente que en otros espacios.

Kicillof optó por provincializar la campaña y centrarse en el distrito, donde tiene más apoyos. Cristina hubiese preferido que la elección local corriera por el andarivel nacional, que decantará en una polarización ya puesta en marcha: Milei o Cristina. Che Milei, Che Cristina. Más riesgo para el gobernador, que esbozó una justificación técnica, que en rigor es válida: las elecciones concurrentes con dos urnas y dos sistemas electorales (boleta única la nacional, boleta tradicional la local) hubiese generado un caos, con demoras en el cuarto oscuro y la necesidad de dividir mesas con una complicación logística adicional. Asimismo, sin PASO nacionales, hay una necesidad de definir no solo el control de la lapicera, sino que todos saben que el score de este 2025 podrá ser clasificatorio para el 2027. Máxime con el entusiasmo que provoca en el PJ el desgaste impensado que Milei tuvo en el arranque del año.

Ahora, las consecuencias se irán develando con el correr de los días. Cinco ministros de Kicillof provienen del kirchnerismo, y el gobernador no planea hacer una purga, en línea con el llamado a la unidad, pese a toda el agua que ha corrido bajo el puente. En el kirchnerismo solían, al menos hasta este lunes, destacar el trabajo leal de los funcionarios propios que tiene despacho en La Plata. Habrá que ver si algo cambió.

Asimismo, se había dejado correr el rumor de una probable candidatura de Cristina a diputada provincial para desafiar al gobernador en su propia cancha. ¿Existe la posibilidad de una ruptura, con candidatos en frentes separados? Nadie lo descarta, pero la posibilidad de dejarle en bandeja la provincia a Javier Milei hace que al mismo tiempo todos lo piensen dos veces. La pulseada entre La Libertad Avanza y el PRO en la elección porteña podría fluir a una unidad en Buenos Aires, después de mayo.

Por lo pronto, el primer reflejo vino del massismo, ya que el titular de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrera, del Frente Renovador, suspendió la sesión del martes en la que se pensaba tratar la suspensión de las PASO. “Se cayó la sesión de mañana porque el gobernador envió un proyecto a tratar en el Senado, entonces vamos a tratar el proyecto del gobernador. Somos institucionalistas”, dijeron desde el entorno de Massa, donde no obstante no ocultaron el fastidio por la decisión.

Cruces ásperos

La tensión entre Kicillof y La Cámpora no es nueva, y tiene un largo recorrido, con diferentes mojones: las nuevas canciones, la pulseada por el PJ Nacional entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela, encuentros con caras largas en La Plata y en Moreno, proyectos clave frenados por el kirchnerismo en la Legislatura, el lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro del gobernador (quizás a destiempo) y la fecha de las elecciones bonaerenses, por sumar solo algunos eslabones de la serie.

Kicillof fue tomando distancia, pero siempre evitando una ruptura explícita. Ahora tampoco lo hizo: mantuvo el llamado a la unidad y le tono conciliador. Lo cierto es que la respuesta camporista fue letal, a través un mensaje de los denominados off distribuido de forma masiva. Dijeron en el kirchnerismo estar “sorprendidos”. “Ayer quedamos en otra cosa y nunca avisó lo de hoy”, mencionaron en un texto de WhatsApp. “Es una decisión unilateral, un gobernador peronista que en vez de ampliar dividió y partió el peronismo. Un suicida”, siguió el mensaje del kirchnerismo, que no ocultó su intención de votar de manera unificada para “fortalecer a la fuerza política y derrotar a Milei”. En cambio, creen en los cuarteles K, el gobernador prefirió romper con Cristina. “Es responsable del desmembramiento de un proyecto nacional”, dispararon con dureza.

Hasta hace pocas semanas, el Frente Renovador también buscaba el desdoblamiento, pero para después de octubre, para garantizarse el trabajo de los intendentes en la campaña nacional. Los jefes municipales envalentonaron al gobernador para adelantar la fecha. Por eso, Kicillof aseguró que trabajará con la misma intensidad para ambos turnos electorales.

Luego, el massismo, vistas las posiciones inflexibles, optó por apoyar las elecciones concurrentes, en línea con Máximo Kirchner, jefe del PJ provincial. Aunque, antes, los renovadores también habían alertado sobre los problemas logísticos, incluso con medición de los tiempos elevados por votante y levantando la manos por las dificultades para la transmisión de datos en el escrutinio.

Inclusive, la caldera en que se convirtió la Provincia tras el decreto de Kicillof lleva a que nadie pueda asegurar si finalmente las PASO serán suspendidas, una cuestión sobre la que había consenso no solo peronista, sino también de otras fuerzas como LLA o el PRO. Es decir, la oposición más dura. Sin embargo, en el país del revés, es probable que ahora incluso no se consume una de las pocas medidas que gozan de un casi total consenso.

“No hay acuerdo para ninguna reforma. Nadie logra la mayoría que se requiere. Será en tres turnos: PASO, la local en septiembre y la nacional en octubre”, arriesgaba este lunes un dirigente con peso en las negociaciones. “Ahora la tensión se va a trasladar a la presentación de las actas constitutivas del frente”, agregó.

¿Habrá más de un frente peronista en la elección bonaerense? ¿Podrá esa pelea, con más ímpetu que razones, darle una chance histórica al partido de Milei? Preguntas que todos se hacen, pero que por ahora no tienen respuesta.

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