El debate de candidatos porteños para las elecciones del 18 de mayo congregó a los 17 cabezas de las listas que pulsearán por las treinta bancas en la Legislatura en juego. Una cantidad de oradores que dificulta cualquier análisis, por lo apretado de los discursos y por la multiplicidad de voces en tiempos y espacios reducidos. En ese contexto caótico, sin ganadores ni perdedores, y con poco interés de los porteños en este tipo de test televisados, los reflectores se posaron en tres candidatos, que son quienes asoman con mayores chances de quedarse con la contienda: Silvia Lospennato, del oficialismo del PRO; Leandro Santoro, del peronismo; y Manuel Adorni, de La Libertad Avanza.
Debate porteño: Silvia Lospennato y Manuel Adorni buscaron el voto "anti K" y Leandro Santoro forzó el escenario de tercios
Con 17 oradores, los tiempos fueron apretados. Sin ganadores ni perdedores, el vocero apostó a la nacionalización. Los candidatos del PRO y del peronismo buscaron un tono local. Pulseada entre amarillos y violetas para polarizar en tramo final con el peronismo, en busca del voto útil. El "kirchnerismo", la mancha venenosa.
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Reviví el minuto a minuto del debate de los 17 candidatos porteños
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El tenso cruce entre Santiago Caputo y Marra en la previa del debate porteño

Leandro Santoro, Silvia Lospennato y Manuel Adorni, los principales protagonistas del debate.
Desde el inicio, Adorni se mantuvo en línea con la estrategia de nacionalizar la campaña y mostrarse como un apéndice de Javier Milei para intentar traducir en votos la imagen positiva del Presidente. En tanto, los referentes del PRO y del panperonismo optaron por un discurso de gestión, ligado a las cuestiones de la vida cotidiana de los porteños. Por supuesto, Lospennato, por ser parte del oficialismo, debió combatir más cuestionamientos por una cuestión lógica: los otros 16 oradores eran opositores.
Asimismo, mientras la candidata del PRO y Adorni pretendieron polarizar con el kirchnerismo, Leandro Santoro apuntó a mantener a ambos en ring, para sostener esa pulseada que lo favorece hasta acá en las encuestas.
Horacio Rodríguez Larreta hizo foco en sus años de gestión, en el conocimiento exhaustivo de la Ciudad y no dudó en confrontar con el PRO, del que formó parte desde su formación. También hubo analogías futbolísticas de Ricardo Caruso Lombardi, una defensa del sector privado por parte de Ramiro Marra, y menciones de Yamil Santoro a sus más de cien proyectos presentados el parlamento porteño. La radical Lula Levy resaltó la renovación generacional y la educación pública.
Una constante, por la dinámica del debate, fue que los candidatos que debían hacer preguntas a sus pares con menos handicap usaban esos 20 segundos asignados más para hablar de sí mismos que para saber la opinión de quien estaba exponiendo.
Pulseada por quién es más "anti K"
Tanto Adorni como Lospennato salieron a cruzar a Santoro, a quien ubicaron dentro del “kirchnerismo”, más allá de que representa a un sector más vasto del PJ. Un reduccionismo para llevar agua a su molino. Hay una razón: entre los postulantes del PRO y de LLA, quien llegue más fortalecido a la recta final podrá absorber el voto útil "anti K". Por eso, ambos se presentaron como la opción más alejada del kirchnerismo, sector que tiene mala imagen en la Ciudad. Es ganancia adosarle la letra K a Santoro, como si fuera una mancha venenosa.
Adorni nacionalizó su discurso al ponerse como el representante de Milei en la Ciudad y se propuso como el único antídoto eficaz contra el kirchnerismo. Una forma de bajarle el precio al PRO, en línea con la táctica que vienen llevando adelante Karina Milei y Martín Menem, titulares del partido, para tentar a los amarillos a saltar a la vereda violeta, sin sellar una alianza partido a partido. En rigor, la imposibilidad de alcanzar un acuerdo en la Ciudad dividió la oferta para un electorado compartido. El vocero hizo una concesión al PRO, al reconocerle que la Ciudad “está mejor”, pero también deslizó la gestión agotada. Y postuló la motosierra como solución a todos los males: menos gastos y menos impuestos.
Lospennato hizo foco en los logros de gestión del PRO desde 2007: subtes, obras hídricas que rememoran a la prédica macrista del “No se inunda más”, la creación de la Policía de la Ciudad, entre otros. La línea divisoria no fue Santoro ni Adorni. Fue la General Paz, donde buscó el contraste con el conurbano gestionado por Axel Kicillof. Es decir, el kirchnerismo (más allá de los detalles de la interna bonaerense). Acaso, por elevación, le pegó a Adorni al mencionar el proyecto de Ficha Limpia, una propuesta para la Ciudad que los libertarios vienen freezando en Nación, y que tendrá el 7 de mayo una posible definición en el Senado, con correlato en la campaña porteña.
Leandro Santoro, por su parte, apuesta a que los candidatos del PRO y LLA se mantengan cabeza a cabeza hasta el final de la campaña, para que se partan votos entre ellos. El escenario de tercios le sirve al postulante del panperonismo, y por eso apuntó en paralelo al “abandono de la gestión de Macri” como a la “crueldad del Gobierno de Milei”. Bajó a temas finos de los problemas porteños, como la basura o las grúas, y los relacionó con las licitaciones del PRO, las cuales volvió a cuestionar.
La trascendencia nunca vista de una elección de medio término en la Ciudad hizo que buena parte del debate girara en torno a temas nacionales, y se esbozaran pocos proyectos de ley para presentar después de diciembre. Tal vez, una forma de mostrar que muchos de los candidatos que protagonizarán el 18 de mayo están mirando el 2027, ya sea por la intención de saltar a la jefatura de Gobierno o para dirimir alianzas con potenciales aliados.
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