9 de diciembre 2024 - 00:00

Gobernadores en la era Javier Milei: protagonismo inédito, ligas atomizadas y una pulseada perpetua por fondos

En su primer año en el poder, el Presidente pavimentó un camino sinuoso y repleto de altibajos con los mandatarios. Ahora, se apresta a terminarlo como lo empezó: en plena tensión con las provincias.

Los gobernadores y Milei tejieron un vínculo sinuoso y repleto de tensión.

Los gobernadores y Milei tejieron un vínculo sinuoso y repleto de tensión.

Ámbito

Si una persona viera solo el principio y el final de la película sobre el primer año de Javier Milei en el poder, podría creer que, en el medio, no pasó nada entre los gobernadores y el Presidente. El vínculo empezó como terminó: tenso. Sin embargo, un espectador que haya permanecido atento al film completo daría cuenta del sinfín de episodios que configuraron una relación sinuosa y con más bajas que altas entre el libertario y las provincias. Como en muchas otras aristas, los libertarios también quemaron todos los manuales en este plano.

Milei llegó a la Casa Rosada sin mandatarios propios y con un curioso panorama como telón de fondo, dado por un avance de Juntos por el Cambio (JxC) en los distritos, un repliegue notorio del peronismo y el habitual pivoteo de los provincialismos, acostumbrados a acomodarse de acuerdo a los vientos que soplan en el tablero nacional. A ese escenario se sumó, además, la presencia de diversos caciques nóveles en el puesto, que debieron hacer un curso intensivo de gestión, mientras la motosierra avanzaba sin piedad sobre sus arcas.

Dicho entramado fue la cabeza de playa sobre la que el Gobierno montó su plan de desregulación y ajuste, que incluyó numerosos recortes en ítems sensibles como fondos educativos, subsidios al transporte y transferencias tanto automáticas como discrecionales. Pese a las alarmas en el tablero, el oficialismo salió relativamente indemne de la compulsa y cerrará un primer año con oxígeno para negociar desde una posición de fortaleza con los caciques.

Javier Milei y los gobernadores: una relación tensa y de necesidades mutuas

En lo que respecta a la relación con las provincias, lejos de apalancarse en los mandatarios subnacionales para robustecer la escueta ingeniería libertaria en el Congreso y otros frentes, Milei optó por la confrontación directa, la fórmula que tanto éxito le había dado en la campaña. El economista exhibió dotes políticos: no solo logró dividir a las ligas partidarias, sino que hizo lo propio con las alianzas regionales, que habían comenzado a ganar volumen como espacios de autodefensa. Hoy, por ejemplo, poco queda del sello Patagonia, espacio compuesto por seis provincias que, con Ignacio Torres a la cabeza, desafió al Ejecutivo por ítems como pesca e hidrocarburos a comienzos del año.

Aquel conflicto a viva luz con el chubutense incluyó insultos en redes sociales y una amenaza de cortar el suministro energético proveniente del sur. A la par, el naufragio de la primera versión de la ley Bases, con permanentes cortocircuitos de por medio con los gobernadores, volvió pesado el ambiente. De ese caos surgió la convocatoria al Pacto de Mayo, anunciada por el Presidente durante la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, un intento por barajar y dar de nuevo.

En el medio, Guillermo Francos dio el salto del hoy extinto Ministerio del Interior a la Jefatura de Gabinete, en reemplazo del desterrado Nicolás Posse. La jugada fue leída como un empoderamiento al interlocutor con las provincias, aunque el cierre de su excartera puso en alerta a los distritos.

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Javier Milei junto a los gobernadores del PRO, en octubre pasado.

Javier Milei junto a los gobernadores del PRO, en octubre pasado.

Postergado y remendado, el pacto finalmente fue firmado el 9 de Julio en Tucumán, tierra de Osvaldo Jaldo, primer mandamás peronista en romper con Unión por la Patria (UP) para acompañar la aventura libertaria. En la foto final, figuraron 18 de los 24 caciques.

Los ausentes fueron Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur), quienes integran el núcleo duro de opositores hasta el día de hoy. También faltó el escurridizo Claudio Vidal (Santa Cruz). Por el contrario, sí fue Gerardo Zamora (Santiago del Estero), más como un gesto de buena voluntad que como un respaldo concreto al Gobierno.

En los meses siguientes, Milei salió a la ruta y recorrió numerosas provincias, varias de ellas de manera no oficial. Así, por ejemplo, desembarcó en Santa Fe, Mendoza, San Juan, Neuquén y Córdoba, entre otras, todas jurisdicciones comandadas por dirigentes dialoguistas. Con un trabajo fino de su mesa política, el Presidente logró sostener en el Congreso los vetos a la Reforma Jubilatoria y a la ley de Financiamiento Universitario, dos temas sensibles, que partieron a los espacios opositores.

Para lograrlo, la Casa Rosada se alejó de los mandatarios de JxC, primeros aliados coyunturales de la crew libertaria, y se acercó a peronistas díscolos y provincialistas. Además de Jaldo, el primero en abandonar Unión por la Patria (UP), el oficialismo profundizó la sintonía con el catamarqueño Raúl Jalil e hizo lo propio con el salteño Gustavo Sáenz y el misionero Hugo Passalacqua, antiguos aliados del PJ. En distintos momentos, todos ellos prestaron votos y ausencias clave para sostener iniciativas espinosas de LLA. Y aunque no cuentan con un grupo nutrido de bancas, administran las suficientes para terciar ante una Cámara tan dispersa como la de Diputados.

El ajuste sobre las arcas provinciales

Muchos de los cortocircuitos entre las partes tuvieron como eje a la economía. Según datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en el acumulado de octubre, las transferencias automáticas a las provincias y CABA durante los primeros 10 meses del año alcanzaron los $33.651.000 millones, una caída real interanual del 12%.

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Dentro de esa cifra, aclara el IARAF, incidirían una caída real interanual de la recaudación del impuesto a las ganancias (-20,7%) y de la de IVA (-0,4% real interanual). En el acumulado de los primeros 10 meses del año, la suma de estos tributos habría tenido una variación interanual real del 11%.

En la comparación de octubre contra el mismo mes del 2023, la caída es del 5,4% real interanual. La coparticipación neta, básicamente explicada por IVA y Ganancias, habría caída un 7,2% real interanual, mientras que la recaudación de IVA más Ganancias habría caído un 9% real interanual. "La explicación a la diferencia entre estas últimas dos caídas estaría dada por la recaudación coparticipable del Blanqueo de capitales del mes de octubre", detalló el titular del IARAF, Nadin Argañaraz.

Tabla 01.png

Paralelamente, como contó Ámbito, un documento de trabajo analizado por la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados arrojó que, entre enero y octubre, los estados subnacionales soportaron un recorte de $3,92 billones de fondos no automáticos mientras que los automáticos se achicaron en $5,44 billones.

Al calor del ajuste, quedaron en el camino ítems fundamentales para los distritos. El Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), el Fondo Compensador del Interior -que regulaba los subsidios al transporte-, la parálisis de la obra pública y la merma en las transferencias tanto discrecionales como no son algunos de los aspectos que sufrieron el paso de la motosierra y que debieron ser absorbidas con recursos propios.

El oficialismo exhibió muñeca en ese frente. Logró atomizar tanto a ligas regionales como partidarias. Hoy poco queda, por ejemplo, de JxC, espacio que implosionó en todos los ámbitos, incluyendo a los jefes provinciales, quienes se reconocen como dirigentes aliados y no más. La alianza Patagónica quedó apenas en el recuerdo, el Norte Grande no termina de arrancar y la Región Litoral aún es joven para conocer su verdadero poder de fuego.

Un año después de la asunción de Milei, poco parece haber cambiado. Mientras los gobernadores presionan para modificar el Presupuesto 2025 y debatirlo en el sesiones extraordinarias, su auxilio fue clave para blindar el DNU que habilita a Luis Caputo a tomar deuda sin aval parlamentario. Ahora, aguardaban sin éxito que el favor sea retribuido desde Balcarce 50. En el plano político, deben hacer equilibrio entre un Presidente que goza de aceptables niveles de popularidad -sobre todo en algunas provincias como Mendoza- y sus urgencias económicas. De momento, hay más incógnitas que certezas.

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