25 de septiembre 2024 - 08:43

Javier Milei, presionado por el voto cordobés y el veto al electorado sub 25

Los incendios en Córdoba y el veto a las universidades enfrentan a Javier Milei con el núcleo duro de los votantes de La Libertad Avanza

Javier Milei estuvo el 25 de mayo en Córdoba para el festejo patrio. Hoy volverá por los incendios.

Javier Milei estuvo el 25 de mayo en Córdoba para el festejo patrio. Hoy volverá por los incendios.

Reuters

Mientras cae la imagen en las encuestas, con un abrupto derrumbe en el último mes de casi 15% de acuerdo al índice de confianza en el Gobierno que elabora la Universidad Di Tella, el Presidente enfrenta una delicada coyuntura interna en materia política, a un año de las elecciones legislativas. La nacionalización de los incendios en Córdoba expuso primero a Martín Llaryora y ahora a Javier Milei. Ambos comparten el mismo electorado. La Libertad Avanza ganó el balotaje de octubre 2023 con 74,05% de los votos frente al 25,94% de Unión por la Patria.

Córdoba, bastión libertario

Córdoba fue el distrito donde mejor performance electoral obtuvo Milei y donde le sacó más de un millón de votos al kirchnerismo en las presidenciales. Eso explica el desembarco en el Gobierno de funcionarios del cordobesismo como el eyectado Osvaldo Giordano en ANSES, Franco Mogetta en Transporte y Daniel Tilard en el Banco Nación, entre otros. La Libertad Avanza ya se constituyó como partido en esa provincia y quedó al mando de Gabriel Bornoroni bajo la supervisión de Karina Milei y Martín Menem.

Ya con la campaña asomando, y con Milei listo para el acto del sábado en Parque Lezama donde presentará a La Libertad Avanza como fuerza nacional, el Presidente visitará Córdoba para no descuidar a su electorado luego de haber pagado el costo político del veto a la ley de mejora salarial para los jubilados. El oficialismo aún goza, pese a la caída en las encuestas, de niveles competitivos de apoyo en la opinión pública de cara a las legislativas. Pero en Casa Rosada preocupa la tendencia abrupta a la baja que comenzó a experimentar el gobierno en medio de la recesión, suba del desempleo y repunte de la inflación.

El Presupuesto de Javier Milei

Milei vuelve al país con Córdoba en llamas y con el conflicto universitario en plena escalada. A eso se suma el inicio del debate por el Presupuesto 2025 ahora demorado hasta la segunda semana de octubre en la comisión de Presupuesto y Hacienda de José Luis Espert.

Los gobernadores mandaron a Luis Caputo a rehacer el anexo de obra pública además de la aclaración pública que le reclamaron a Guillermo Francos sobre el monto de ajuste de usd 60 mil millones reclamado por Milei a las provincias. El Gobierno necesita aprobar el Presupuesto para mantener la aún tambaleante confianza de los mercados que miran con atención qué efecto podría tener el levantamiento del cepo sobre el tipo de cambio y el proceso inflacionario. También el FMI mira con atención la sostenibilidad política del ajuste fiscal que lleva adelante el oficialismo.

La CGT se sumó, al igual que ATE, a la movilización de las universidades convocada para el 2 de octubre. Mañana y el viernes habrá paro nacional contra el inminente veto a la ley de financiamiento educativo anunciado por Milei. A diferencia del veto a los jubilados, cuando el Presidente obtuvo el inmediato respaldo de Mauricio Macri a través de un comunicado del PRO, esta vez aturde el silencio del jefe del partido amarillo. El plazo de 10 días hábiles para que el jefe de Estado vete la ley sancionada por el Congreso para actualizar de manera bimestral los gastos de las universidades públicas vence el 3 de octubre, un día después de la movilización convocada por el sector educativo.

Los votos de La Libertad Avanza

En las universidades, al igual que en Córdoba, habita el núcleo duro del volátil electorado de La Libertad Avanza. Milei arrasó entre los votantes sub 25, en especial en la franja de varones que son trabajadores informales recién incorporados al mercado laboral y que pertenecen a la universidad pública.

Un veto de plomo contra la ley de financiamiento educativo que, al igual que en el caso de los jubilados, atenta contra su propio electorado. Además, a diferencia del veto a la movilidad jubilatoria, el conflicto con las universidades enfrenta al Gobierno a un conflicto en la calle con otra tonicidad en el actor social involucrado y más sostenible en el tiempo.

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