Javier Milei enfrenta un panorama electoral incierto en 2025. Con el debut de la boleta única papel (BUP) para cargos nacionales en las elecciones legislativas del 26 de octubre, y un proyecto de ley para eliminar las PASO, el gobierno nacional se someterá al primer test real de tolerancia social al programa de ajuste fiscal y estabilización de la economía. Con un desafío adicional: será la primera elección donde La Libertad Avanza no lleva a Javier Milei como candidato al tope de la boleta.
Javier Milei testea la tolerancia al ajuste con el debut de boleta única papel
La Libertad Avanza irá a las urnas por primera vez sin Javier Milei al tope de la lista. La estabilidad macro económica y la baja de la inflación versus el costo social de la motosierra.
En 2021, la dupla Javier Milei-Victoria Villarruel irrumpió en Diputados en la elección de medio término del gobierno de Alberto Fernández. Un experimento incipiente del entonces oficialismo para dividir la base electoral de Juntos por el Cambio. Dos años más tarde, esa criatura política cobró vida propia y se impuso en las elecciones presidenciales ante Sergio Massa (Unión por la Patria) y Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio). Sin embargo, la Libertad Avanza no logró hacer pie en ninguna de las provincias donde se desdoblaron los comicios para gobernador y Javier Milei no encabezó la boleta.
Sin Javier Milei en la boleta
De cara a las legislativas de octubre, y con el cambio en la cultura electoral que representa la implementación de la BUP, La Libertad Avanza enfrenta el desafío de ir a las urnas este año en las provincias sin la marca "Milei" al tope de las boletas. Un déficit que podría suplirse en el caso de que Karina Milei sea candidata. Son cada vez más las voces dentro del oficialismo que la presentan como posible postulante. Desde el jefe de gabinete, Guillermo Francos, hasta el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Esa definición, sumada el distrito electoral donde podría postularse, son vitales en la negociación del frente electoral que La Libertad Avanza y el PRO de Mauricio Macri buscan conformar para 2025.
La Casa Rosada afronta el año electoral con un frágil marco de alianzas en el Congreso y en plena expansión del sello de La Libertad Avanza en las provincias. Un operativo liderado por la secretaria general de la Presidencia. La crisis entre Milei y Victoria Villarruel abre un escenario incierto en el Senado donde el oficialismo cuenta con apenas 7 legisladores propios. En Diputados, con un bloque de 39 sobre un total de 257, el oficialismo logró la sanción de la ley bases, sostener el DNU 70/2023 y diseñó una minoría propia para sostener los vetos presidenciales junto al macrismo y a un sector de la UCR.
El vínculo con las provincias también es inestable. Los gobernadores sostuvieron el rumbo fiscal del gobierno nacional, acompañaron la ley bases y el Pacto de Mayo, dejaron correr el DNU que eliminó la ley de alquileres, desreguló las prepagas y los precios de los alimentos y barrió con la fórmula de actualización jubilatoria, entre otras medidas, e incluso hicieron fracasar sesiones para derogar el DNU de canje de deuda con la expectativa de llegar a un acuerdo por los fondos de la coparticipación que le corresponden por ley, las deudas de las cajas jubilatorias y la coparticipación del impuesto a los combustibles. Una negociación que fracasó e impidió debatir el proyecto de Presupuesto 2025 en sesiones ordinarias.
Un ecosistema que hizo crack
El ecosistema político enfrenta un crack de cara a las elecciones del 26 de octubre de 2025. Con el peronismo liderado por Cristina Fernandez de Kirchner desde el PJ, con Axel Kicillof como el gobernador opositor lanzado como principal adversario de Javier Milei y con Ricardo Quintela intentando reconstruir una liga sólida del peronismo en el interior del país, La Libertad Avanza se expande ante rivales por ahora fragmentados. Juntos por el Cambio no existe más. Mauricio Macri volcó al PRO al rol de principal aliado del oficialismo, la UCR se fracturó en Diputados y sus gobernadores no responden a la jefatura de Martín Lousteau desde el Comité Nacional del centenario partido. Elisa Carrió mantiene a la Coalición Civica como partido opositor y promete volver al ruedo electoral este año.
El astillado desierto opositor es tal vez el principal activo electoral del oficialismo junto con el equilibrio fiscal, la baja de la inflación y la estabilidad de indicadores macroeconómicos como el descenso del riesgo país y del tipo de cambio. Esos logros, y el profundo costo social que implicaron en términos de aumento de la pobreza, desempleo, caída de la actividad y del consumo, son los que plebiscitará Javier Milei en sus primeras elecciones legislativas como Presidente.
Con la aprobación de la Boleta Única de Papel cambió también el calendario electoral. Las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) se adelantan del segundo al primer domingo de agosto. Desaparece entonces la boleta sábana de cada partido donde figuraban todas las candidaturas de una misma agrupación política. Ahora todo los partidos compartirán la misma y única boleta donde la oferta electoral estará agrupada por categoría. Esto significa el fin del denominado "efecto arrastre" que ejercía el candidato que figuraba al tope de la boleta de su agrupación y que beneficiaba a los cargos inferiores.
El cronograma electoral
De acuerdo al cronograma de la Cámara Nacional Electoral, siempre y cuando no se eliminan por ley, las PASO se celebrarán el domingo 3 de agosto, mientras que las elecciones generales, en los que los ciudadanos elegirán 24 senadores y 127 diputados nacionales, se realizarán el 26 de octubre. Sin embargo, la primera fecha crítica del calendario electoral será el 15 de mayo cuando se deberá pedir el reconocimiento de alianzas. Esa es la fecha límite para que limen asperezas Milei y Macri pero también los distintos sectores en pugna del peronismo. El 25 de mayo concluye el plazo para la presentación de listas de precandidatos para las PASO ante la Junta Electoral Partidaria.
La boleta única de papel presenta toda la oferta electoral para cargos nacionales en una única papeleta que se divide en filas horizontales para cada categoría nacional (diputados, senadores, legisladores) y cada uno de los cargos, y en columnas verticales para cada agrupación política.
El votante deberá seleccionar una opción por cada categoría, marcando en el casillero vacío de acuerdo a cada alianza. Si alguno de los frentes electorales no presenta candidatos en una determinada categoría, incluirá la inscripción "No presenta candidato". El voto puede ser anulado si se marcan dos o más casilleros, y se computará en blanco si no se marca ningún casillero. No habrá un casillero especial destinado al "voto en blanco". La BUP se aplicará en octubre solo para votar cargos nacionales.
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