El país despidió al papa Francisco con una misa exequial que tuvo lugar en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires. En la ceremonia oficiada por el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, estuvieron presentes la vicepresidenta Victoria Villarruel, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Misa sin grieta: Victoria Villarruel, Axel Kicillof y Jorge Macri despidieron juntos al papa Francisco
En una muestra de respeto y unidad, los tres coincidieron para homenajear al pontífice, en un encuentro atravesado por la paz y lejos de las tensiones políticas.
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La misa en homenaje al papa Francisco contó con la presencia de tres referentes políticos.
De esta manera, el encuentro convocado por el Arzobispado hizo coincidir en el mismo lugar a tres referentes de distintas fuerzas políticas que no suelen cultivar el diálogo. Bajo ese marco, Villarruel, Macri y Kicillof -por redes sociales- brindaron declaraciones sobre el pontífice, quien murió el pasado lunes a los 88 años de edad.
Villarruel, Kicillof y Jorge Macri asistieron a la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires en la misa por Francisco
En el lugar de los hechos, la vicepresidenta Villarruel declaró: "Acá estamos todos los argentinos que le queremos rendir homenaje, que le queremos agradecer su papado y le pedimos que interceda por la iglesia y por todo el pueblo argentino".
Por su parte jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, dialogó con la prensa minutos antes de que comenzara la misa, donde expresó: "Para mí es un orgullo recordar al Papa, como así también conmemorarlo en su ciudad".
"Argentino y porteño, fue un hombre que vivió con mucha coherencia, que caminó la Ciudad. Usó el subte y el colectivo y que casi de la misma manera siguió viviendo en el Vaticano, con esa austeridad y cercanía con la gente", agregó.
También dio su visión sobre el por qué Bergoglio nunca volvió al país: "Para mí, el papa llevó a Argentina a todo el mundo, por eso no vino. Se encargó de llevar a nuestro país a cada rincón del mundo".
Por último, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, realizó una publicación en sus redes sociales tras el final de la misa, donde manifestó: "Último adiós a nuestro querido Papa Francisco, un verdadero faro de la justicia social".
Además, el miércoles había expresado que "en momentos donde una ultraderecha desalmada y cruel plantea una guerra contra los inmigrantes y los desplazados, creo que se inicia una etapa donde cada uno de nosotros tenemos la obligación de hacer realidad la palabra de Francisco".
"Con su muerte se perdió un referente internacional. El más importante, un verdadero faro para algo que falta en el mundo entero por corrientes ideológicas y políticas que se impusieron por sobre algo que es estrictamente necesario y urgente. Con el papa Francisco se va el vocero más importante de la justicia social", había agregado.
"Creo que nos vamos a ir dando cuenta con el tiempo de la importancia de su obra y de las discusiones que dio Francisco", cerró.
"Lloramos porque se murió el padre de todos", el mensaje de despedida al papa Francisco en la Catedral de Buenos Aires
El Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, confirmó la ceremonia y sostuvo que este evento sería el centro de los homenajes, donde los fieles podrían despedirse espiritualmente del último líder de la Iglesia católica, que luchó por transformar a la milenaria institución. Cientos de seguidores y fieles asistieron a la misa organizada en las afueras de la Catedral Metropolitana, que desde este viernes contó con preparativos entre vallados y operativos policiales.
"Lloramos porque se murió el padre de todos, porque ya sentimos en el corazón su ausencia física, porque nos sentimos huérfanos, porque no terminamos de dimensionar su liderazgo mundial, porque ya lo extrañamos mucho", comenzó en su discurso García Cuerva.
"Recordemos las palabras del Papa cuando nos decía 'al mundo de hoy le falta llorar'. Lloran los marginados, aquellos dejados de lado, los despreciados, pero aquellos que llevamos una vida sin necesidades no sabemos llorar (...) por eso hoy lloramos a Francisco, con el dolor que nos une como pueblo", continuó.
García Cuerva enumeró que Bergoglio a lo largo de su pontificado "desenmascaró proféticamente a varios demonios que hacen sufrir la humanidad" y comenzó por hablar de la guerra: "Francisco nos decía 'como hombre de fe, creo que la paz es el sueño de Dios para la humanidad. Sin embargo constato que lastimosamente que por culpa de la guerra ese sueño maravilloso se ha convertido en una pesadilla'".
"Desde el punto económico, la guerra atrae más que la paz, favorece la ganancia de unos pocos en detrimento del bienestar de la población. El dinero gastado para la venta de armas el dinero manchado con sangre inocente. Hace falta más valor para para buscar la paz que para hacer la guerra", fueron las palabras de Francisco recordadas al respecto.
El Arzobispo también habló del "demonio del desencuentro": "El Papa alertaba sobre la ebullición de formas insólitas de agresividad, insultos, maltratos, descalificaciones, latigazos verbales hasta destrozar la buena fama del otro o lo que él llamó el terrorismo de las redes".
"Ante tanto demonio dando vuelta, el testimonio de Francisco fue un faro que iluminaba la oscuridad, una voz profética que resonaba ante tanto silencio cómplice", apuntó.
"Nos debemos abrazos"
García Cuerva recordó cuando Bergoglio comenzó como obispo en la Catedral, en 1998 y contextualizó: "Buenos Aires venía a reconciliarse con la Confederación Argentina del fraterno pacto de Unión rubricado en San José de flores en 1859".
Tras esas palabras, continuó: "Hoy quisiera que volvamos allí nuestra mirada, imaginemos el abrazo que nos debemos como argentinos, el que le negamos al que piensa distinto o al que tiene otras costumbres o modo de vivir, el abrazo que no compartimos con los que sufren".
Hacia el final de su discurso, el Arzobispo recordó las últimas palabras del Papa en su testamento, conocidas el lunes pasado en las que Bergoglio expresó: "Por el sufrimiento que se ha hecho presente en la última parte de mi vida me ofrecí al señor por la paz en el mundo y por la fraternidad entre los pueblos".
"Como pueblo queremos darle a Francisco un gran abrazo y decirle gracias, perdón, te queremos mucho", sumó García Cuerva y enfatizó que "nos debemos muchos abrazos entre nosotros.
"Por eso, hagámosle el mejor de los regalos al Papa, el padre de todos, el papa argentino y porteño, comprometiéndonos a hacer un pacto como iglesia y sociedad. Y así darnos el abrazo que necesitamos y vivir la tan anhelada fraternidad entre los argentinos, amén", finalizó.
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