La decisión de la Corte Suprema de no otorgarle la licencia a Ariel Lijo para que asuma como miembro del Máximo Tribunal encendió las alarmas a los bloques de la oposición, con Unión por la Patria a la cabeza. La bancada se prepara para pedir una sesión y voltear ambos pliegos y que, así, los nombramientos vuelvan a foja cero. El interbloque que preside José Mayans intenta sumar a otros espacios.
Unión por la Patria apura una sesión para voltear los pliegos de Lijo y García-Mansilla para integrar la Corte
La bancada que preside José Mayans buscará sesionar la semana que viene, para que los jueces nombrados por decreto sean votados en el recinto. El objetivo del peronismo es sumar a otros bloques. La vicepresidenta Victoria Villarruel tiene la llave para que el debate prospere.
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Juliana Di Tullio y José Mayans, líderes del peronismo en el Senado.
“Estamos dialogando con otros bloques”, confesaron altas fuentes de UP, al referirse al pedido de sesión que tienen en mente, con la mira puesta en la semana que viene. El objetivo del debate es claro: llevar al recinto los pliegos de Lijo y de Manuel García-Mansilla, quien ya juró como supremo, para que la Cámara alta defina si le presta o no acuerdo a los mandatarios.
¿Qué sostienen en Unión por la Patria? Que de no reunirse los dos tercios que requieren los candidatos para ocupar el Máximo Tribunal o, lo que es lo mismo, si reúnen un tercio que rechace los pliegos, ambos magistrados deberían despedirse de la Corte Suprema. Y esta volvería a quedar con tres miembros.
“Los dos violaron la Constitución Nacional al aceptar asumir por decreto”, dijo un importante senador de Unión por la Patria al fundamentar la movida. Y remató: “Admitir esto es terminar con el Parlamento y con el federalismo”.
Vale recordar que en noviembre pasado, los 33 (hoy son 34 tras la expulsión de Edgardo Kueider) integrantes del interbloque firmaron una nota anticipando que, de nombrar a supremos por decreto, llevarían el tema al recinto. La intención, ahora, es cumplir con esa promesa.
Efecto Kueider
Al cierre de esta edición, el pliego de Mansilla seguía sin reunir las firmas suficientes para ser llevado al recinto. “Se está cocinando, pero aún no está listo”, dijo una fuente que sigue de cerca el asunto. En rigor, se necesita que al menos nueve senadores que conforman la comisión de Acuerdos se pronuncien, con su firma, al respecto. Es decir, ya sea a favor o en contra del candidato de Milei. De reunirse ese número, que estaría al caer, el pliego quedaría listo para ser debatido por el cuerpo de la Cámara alta.
En tanto, Lijo ya sorteó esa instancia. Su pliego reunió las nueve firmas por lo que no debería ser tratado “sobre tablas”. Para ello, fueron clave las firmas de los integrantes de UP Sergio Uñac, Claudia Ledesma y Lucía Corpacci, así como también la del radical Eduardo Vischi.
“Con la decisión de la Corte, vuelven las presiones de los gobernadores”, reconocieron fuentes de UP a este medio. Es que son varios los jefes provinciales interesados en que Lijo sea nombrado juez de la Corte. Aún así, el “poroteo” que manejan en la bancada que preside José Mayans aseguran que entre 16 y 20 de los 34 senadores de esa bancada opositora siguen dispuestos a “voltear” a Lijo.
Por eso, resulta clave la postura que tomen otros senadores, para reunir los 25 votos en contra.
Uno de ellos, es el de Francisco Paoltroni, el exoficialista que puso el grito en el cielo apenas se conoció la candidatura de Lijo. En UP, también estiman que algunos radicales, como Pablo Blanco, Carolina Losada y al menos un sector del PRO estarían dispuestos a rechazar a Lijo en el recinto. Así, se reunirían los números suficientes para echar por tierra su pliego.
"Va a pasar lo mismo que con Kueider, primero nadie quería votar para expulsarlo, y después todos se sumaron", auguró una senadora de UP. Es decir, confían en que el pliego de Lijo naufragará.
En tanto, el pliego de García-Mansilla tiene el rechazo garantizado, de prosperar la sesión. Ningún peronista está dispuesto a levantar la mano en su favor. En otras palabras, tiene, como mínimo, 34 votos en contra.
¿Qué puede pasar con los pliegos de Lijo y García Mansilla?
De no recibir acuerdo en el recinto, los pliegos caerían automáticamente. Al menos, esta es la postura que plantean los senadores que están detrás del pedido de sesión.
En tanto, desde el oficialismo aseguran que, en el caso de García-Mansilla, como ya juró como tal, hasta el 30 de noviembre, día en que vence su mandato en comisión, la única salida que tendría la oposición (siempre de acuerdo a esta biblioteca) es el juicio político.
De concretarse el pedido de sesión, la pelota quedará en manos de la titular del Senado Victoria Villarruel que, a diferencia del reglamento de Diputados, no está obligada a respetar el día y hora que soliciten los senadores en el pedido de sesión.
Pero, la Vice viene concediendo los pedidos, para sostener los acuerdos tejidos con los “dialoguistas”. En caso de que otros bloques se sumen al pedido de UP, cuesta imaginar que Villarruel dilate, por mucho tiempo, el debate. Y a esto hay que añadirle otros ingredientes.
Ella ya expresó públicamente que no acompaña la designación de Lijo y, su vínculo con el Presidente, sigue roto. ¿Tendrá incentivos para frenar una sesión que podría representar una derrota para su compañero de fórmula?
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