Acuerdo Mercorsur-UE: la firma podría destrabarse con nuevos esfuerzos de Argentina y Brasil

El presidente argentino Javier Milei y su par brasileño Lula da Silva se reunirán en Río de Janeiro por el G20, donde uno de los temas centrales será el tratado interbloque.

La firma del acuerdo Mercosur-UE podría suceder en noviembre o diciembre.

El acuerdo Mercosur - Unión Europea (UE) se acerca a cumplir un año de la fecha límite que ambos bloques se habían puesto para firmarlo, el pasado diciembre, sin mayores novedades ni avances concretos en la posibilidad de cerrar la negociación que ya se extiende por más de dos décadas; sin embargo, desde la región todavía insisten por lograr el acuerdo: Uruguay continúa insistiendo desde el plano administrativo y diplomático, y Argentina continúa tratando de desbloquearlo, ahora con una reunión entre Javier Milei y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con el tema en agenda.

Pese al significativo menor optimismo en torno a la firma del acuerdo Mercosur-UE, nadie parece querer dejarlo ir: así como recientemente el canciller Omar Paganini se reunió junto con otros ministro de Relaciones Exteriores con el alto representante de bloque europeo para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, para delinear una hoja de ruta en las negociaciones; ahora el presidente argentino se reunirá con su par brasileño en el marco de la reunión del G20, que tendrá lugar en Río de Janeiro el 18 y 19 de noviembre.

El contexto no es casual: uno de los puntos más importantes en la agenda del G20 es, justamente, el acuerdo Mercosur-UE, en el que Lula también ha puesto un gran énfasis en cerrar en los últimos meses, destacando que la región sudamericana está lista para firmar el tratado de libre comercio. De hecho, hay quienes esperan que el pacto se firme incluso en la ciudad brasileña, para lo cual serían invitados especialmente los presidentes de Paraguay, Santiago Peña, Bolivia, Luis Arce, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou.

Sin embargo, lo más probable es que, de lograrse un resultado positivo, la firma llegue durante la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur que tendrá lugar en Montevideo en diciembre. Un escenario importante considerando que el gobierno uruguayo ha sido uno de los más insistentes en darle un cierre positivo a las largas negociaciones entre los bloques; y un evento importante también desde los simbólico en tanto se daría en la presidencia pro témpore de Uruguay en el grupo regional y todavía durante el mandato de Lacalle Pou.

Cabe recordar que si bien este año se han mostrado como los líderes del impulso local, el año pasado, fueron los gobiernos de Brasil y Argentina —en ese momento encabezado por Alberto Fernández— los que mayores “peros” pusieron a la firma del acuerdo con la UE. Pero las modificaciones en el texto, así como la suspensión del Pacto Verde en Europa suavizaron las críticas del líder brasileño.

Por su parte, el gobierno de Milei se mostró ansioso por firmar el acuerdo desde el primer momento, sobre todo al abandonar públicamente los reclamos que la administración anterior había sostenido y al aceptar las condiciones del texto de 2019. Aunque las tensiones con países europeos como España e, incluso, con su vecinos regionales al no asistir a la pasada cumbre del Mercosur en Asunción habían puesto en duda la posibilidad de lograr grandes acuerdos.

La "gran oportunidad" europea

La continuidad del autoridades de la Comisión Europea (CE), así como un resultado de menor cambio en las elecciones legislativas francesas generaron un escenario propicio para la continuidad de las negociaciones del acuerdo Mercosur-UE.

En ese sentido, la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, se refirió al convenio en Nueva York, tras reunirse con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde expresó que ese país “es un socio clave para acercar nuestros continentes”, mientras destacó: “El acuerdo Mercosur-UE representa una gran oportunidad para ambos”.

Por su parte, en el mismo contexto internacional, Lacalle Pou también apuntó al tema durante su discurso, donde puso el foco en que “no es posible gozar plenamente de la libertad en comunidad internacional si no hay libertad de comercio" y cuestionó el proteccionismo, al señalar que “genera un círculo vicioso donde se estimula el aislamiento”.