El gobierno de Argentina sigue avanzando en la denominada Fase 3 de su programa económico con medidas que resultan, al menos, llamativas para el empresariado uruguayo por las oportunidades que abren de ambos lados del Río de la Plata: ahora, al levantamiento del cepo cambiario, se suma el acceso al dólar a inversores no residentes.
Argentina abre su mercado cambiario a los inversores uruguayos
El BCRA flexibilizó las normas de acceso al Mercado Libre de Cambios (MLC) para inversores no residentes.
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El gobierno monitorea la situación del dólar en Argentina en un panorama incierto para el Mercosur
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Argentina hacia la normalización cambiaria, bueno para Uruguay

El gobierno argentino flexibilizó normas para inversores uruguayos.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) avanza en la flexibilización del mercado de capitales y anunció una serie de medidas clave para facilitar el acceso de inversores no residentes al mercado de cambios y avanzar en la normalización del sistema financiero. Tal y como informó Ámbito en Argentina, entre las más relevantes se destaca la reducción de las normas de acceso al Mercado Libre de Cambios (MLC) para inversiones nuevas.
Esto implica que, a partir de ahora, los inversores no residentes podrán acceder al MLC para repatriar capitales sin necesidad de contar con una conformidad previa del BCRA, siempre que hayan ingresado los fondos a través de ese mismo mercado y cumplan con un período mínimo de permanencia de seis meses. Esta permanencia deberá ser verificada por la entidad financiera interviniente.
Esta medida —cuyo objetivo apunta a atraer capitales productivos y desalentar el ingreso de fondos especulativos "golondrina"; y generar condiciones más estables y previsibles para el funcionamiento del mercado de capitales local—, es una oportunidad para que los inversores uruguayos participen del mercado cambiario argentino, así como de otros instrumentos de cobertura, como el mercado de futuros.
Si bien es cierto que, históricamente, la relación del flujo de capitales es a la inversa y son los argentinos los que invierten en Uruguay por su mayor estabilidad y seguridad jurídica; también es una realidad que hay muchos empresarios uruguayos que siguen de cerca y tienen interés en cómo se desarrolla el gobierno de Javier Milei. Por lo que esta nueva apertura podría resultar atractiva.
Hacia la normalización cambiaria
Esta nueva medida en Argentina se da luego de la flexibilización cambiaria y el levantamiento del cepo sobre el tipo de cambio oficial.
La liberación cambiaria aún no es total: de un tipo de cambio fijo deslizante al 1% mensual, se pasa a una banda de flotación amplia —de 1.000 a 1.400 pesos— que también se deslizará al 1% mensual. De manera que no es una flotación totalmente libre, pero tiene un margen amplio. En cuanto al cepo, se liberó el acceso de dólares para las personas (se eliminó la restricción de 200 dólares mensuales, siempre que se opere por cuenta bancaria, y para las empresas se habilitó el giro al exterior de dividendos recién a partir de este ejercicio 2025 —a realizar en 2026. También se eliminó el dólar “blend” para los exportadores, lo que —en principio— les mejora el tipo de cambio, aunque moderadamente.
Para Uruguay, el hecho de que Argentina se encamine a una “normalización” de su mercado cambiario, es una buena noticia. Lo “normal” es que haya libertad de cambio, lo que -entre otras cosas- reduce o elimina el mercado paralelo, que fue lo que hizo enorme daño a nivel local. Con el nuevo régimen cambiario en el país vecino, la brecha entre el paralelo y el oficial se ha achicado y, por lo tanto, el primero tiene menos sentido de existir. Veremos qué sucede en estos días, pero el arranque ha sido alentador.
En los últimos tiempos se asistió a un fuerte ingreso a Uruguay de inversiones desde Argentina, en especial en el sector inmobiliario. Es posible que parte de ese flujo se deba a una “huida a la calidad” al más confiable Uruguay. Esto va a permanecer, pero una Argentina mejor encauzada convocará y retendrá más inversiones, lo que hay que tener en cuenta a mediano plazo. En cualquier caso, una economía argentina más dinámica y con buenas perspectivas —se estima un 5% de crecimiento este 2025— siempre va a ser mejor para nuestro país que un vecino inestable e impredecible, que así como “expulsa” inversores, absorbe consumo con dólar informal. Con el nuevo régimen cambiario en Argentina ese escenario va quedando atrás y es una buena noticia para Uruguay.
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