El discurso del flamante presidente Yamandú Orsi hizo gala del tono conciliador que pretende imprimirle a su gestión, con menciones en el Parlamento a la "acumulación positiva", a la agenda social que promete impulsar desde Torre Ejecutiva y a la búsqueda de "la verdad y la justicia" para los familiares de los desaparecidos durante la última dictadura.
Cinco definiciones del discurso presidencial de Yamandú Orsi
El flamante mandatario trazó los lineamientos que impulsará en su gestión, a la que busca caracterizar por la búsqueda de consensos.
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Yamandú Orsi juró ante la Asamblea Legislativa
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"Me rebelo a ese país de las dos mitades", dijo Yamandú Orsi en su primer discurso como presidente
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Yamandú Orsi trazó en su discurso los ejes de lo que será su gestión.
Libertad, verdad y justicia, el compromiso por los desaparecidos
“El 1º de marzo de 1985, el país recobraba la institucionalidad democrática luego de 13 años de dictadura cívico militar. Atrás quedaba el periodo más doloroso de nuestra historia contemporánea, marcado por la persecución política y la crueldad humana como método de gobierno y por el saqueo económico como parte central de ese proyecto político”.
“Hay secuelas de ese periodo que continúan hasta hoy, por eso, es tan justo como imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia”.
“La democracia gozará de una mejor salud el día que todas las familias uruguayas sepan dónde están sus familiares desaparecidos”.
Democracia y partidos políticos, contra los "excesos del mesianismo"
"Así como no hay República, ni libertad, ni convivencia pacífica sin democracia, tampoco hay democracia sin partidos políticos; bien sabemos que tenemos que atesorar esta construcción en tiempos donde proliferan las expresiones de antipolítica y las lógicas excluyentes. Seamos siempre adversarios, pero nunca enemigos. Y alejémonos todo lo posible del cinismo y la frivolidad, para no tener que lamentar el descreimiento en la política y sus consecuencias".
"Corresponde entonces agradecer a los partidos políticos de mi país, vasos comunicantes de la democracia con el pueblo, estructuradores de los debates civilizados, garantizadores del pluralismo democrático, vacuna contra los excesos surgidos del mesianismo".
La "acumulación positiva" de Uruguay
"Corresponde también agradecer a los ex presidentes aquí presentes: Julio María Sanguinetti, Luis Lacalle Herrera y José Mujica; a los que desgraciadamente no están entre nosotros: Jorge Batlle y Tabaré Vázquez; y al presidente saliente, Luis Lacalle Pou, a todos ellos, por sostener y alimentar esta reconstrucción democrática de manera ininterrumpida durante cuatro décadas".
"Este gobierno llega precedido entonces de esa acumulación positiva y es mi deber, además de mi convicción, cultivarla en distintos planos de la vida nacional. Gracias a esa acumulación positiva el país pudo superar en 2002 su peor crisis en este periodo democrático y lo hizo a través de la acción política y el diálogo incansable, encabezado por Alejando Atchugarry, y acompañado por actores políticos, sindicales y empresariales".
"Esa acumulación positiva ha permitido también que Uruguay sea un país de reglas estables, donde los contratos se cumplen, donde el Estado honra sus compromisos, donde la estabilidad macroeconómica es una política de Estado".
La lógica del consenso
"No llegamos al gobierno con la lógica de imponer. Personalmente me rebelo contra ese supuesto país de las dos mitades, donde la mitad que gana recurre al orden y mando, y la otra mitad debe estar poco menos que condenada a obedecer bajo protesta. Sepan que nunca supe llevarme muy bien con los muros, tampoco con los ideológicos".
"Llegamos con el mandato ciudadano de cumplir un programa, una orientación específica de gobierno, que aspira a revertir los problemas urgentes que padecen sectores importantes del pueblo uruguayo. Pero no llegamos, no volvemos, con la verdad revelada, con la respuesta perfecta a todos los problemas, ni tampoco con el afán de cobrar cuenta alguna. No comienza un tiempo de refundación, sino uno de nuevas propuestas y de construcción permanente".
Una agenda social y de crecimiento
"El país necesita recuperar una senda de crecimiento que genere, a partir del desarrollo más intensivo del conocimiento y de la inversión, no sólo mayor cantidad, sino también, calidad de trabajo; que permita un piso de dignidad salarial y, con ello, una mejor distribución del ingreso".
"Los pilares del Uruguay productivo están sustentados por su pasado, por su presente y su futuro: el Uruguay ganadero que viene desde nuestros orígenes, el Uruguay con su soberanía y sustentabilidad energética, y el Uruguay de la ciencia, la investigación y la innovación como pilares para el desarrollo y su contribución a una economía basada en el conocimiento".
"No habrá contemplación alguna con el delito, ni con la represión del delito, pero bien sabemos que la solución será insuficiente -y hasta demagógica- si no atendemos decididamente las múltiples causantes de la violencia".
"Se vuelve imperioso colocar todo el peso del Estado en combatir afrentas dolorosas que nos niegan como sociedad, la primera de ellas: la pobreza infantil. Un país que no cuida a sus niñas y niños no se cuida a sí mismo".
"Hoy también es urgente atender los problemas de salud mental, que afectan de manera transversal e intergeneracional a parte de nuestra población. Debemos atacar esta problemática desde una lógica integral, entendiendo por esto el abordaje desde distintas ópticas: social, sanitaria, cultural y comunitaria".
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