Conexión Ganadera: el contador de la empresa calificó la situación como una "timba" con "esquema Ponzi"

Por su parte, el socio fundador Pablo Carrasco asumió su responsabilidad ante los inversionistas aunque se desligó de la parte financiera de la empresa.

El contador contratado por Conexión Ganadera sostuvo que la empresa llevó a cabo un "esquema Ponzi".

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El contador contratado por Conexión Ganadera para analizar y explicar a los inversionistas la situación crítica de la empresa, Ricardo Giovio, sostuvo que el método prometido por la firma de capitalización de ganado “es una timba” y que el negocio “terminó en un esquema Ponzi”.

Para Giovio, el escenario actual en el que la empresa tiene un pasivo que supera los 230 millones de dólares se explica en dos conceptos: apuestas y estafa piramidal. Es que, según el contador, Conexión Ganadera aseguró renta fija con venta variable; es decir, la firma pagaba a los inversionistas ingresos variables mientras que éstos aportaban de manera fija.

“Si uno quiere pagar fijo en base a una actividad variable, si va bien bárbaro, y si va mal termina en un esquema Ponzi. Esto terminó con un esquema Ponzi”, explicó el profesional en una videollamada a los inversores. Un esquema Ponzi es una modalidad de estafa piramidal que se basa en pagar a inversores la rentabilidad prometida con el aporte de nuevos inversores, y así sucesivamente.

Respecto del proceso de inversión de Conexión Ganadera, la empresa fundada en 1999 por Pablo Carrasco y Gustavo Basso, Giovio apuntó que “seguramente inició como un proyecto viable, en un momento se empezó a perder plata, la liquidez pasó a ser el problema principal, ahí ya el negocio no lo miraban tanto y sin haber empezado como un esquema Ponzi terminó en un esquema Ponzi”.

“Asegurar renta fija con venta variable es una timba y termina como terminan todas las timbas”, concluyó. Asimismo, el contador adelantó que la empresa “no es auditable porque sus balances no reflejan la realidad".

En cuanto a las posibilidades que tienen los inversores —entre 4.000 y 7.000, según distintas versiones— para recuperar su dinero, o parte de él, señaló dos caminos excluyentes entre sí: hacer un acuerdo entre privados con la empresa o ir a un juicio penal.

El descargo de Pablo Carrasco

En la misma reunión virtual con los inversionistas —que se llevó a cabo por Zoom y se transmitió también por YouTube— participó Carrasco, uno de los socios fundadores de Conexión Ganadera. El empresario explicó que “quería poner la cara” y asumió su responsabilidad en la crisis de la firma de inversión ganadera tanto ante los inversores como ante la Justicia.

De todos modos, aseguró que no todos los problemas de la empresa se originaron de su parte. “La primera culpa que yo tengo clara y asumo es la negligencia y omisión de cosas que hicimos mal, pero con Gustavo Basso, mi socio, tuvimos un acuerdo tácito, durante 25 años, en el que yo era el hombre del terreno, de campos que crecieron hasta 75 mil hectáreas y que me demandaron mucho de mi tiempo -como armar una marca de carne- y todo eso era lo que sé y sabía hacer. Él tenía una habilidad comercial indiscutible y el manejo de las finanzas, al punto que a mí no me interesaba demasiado, sabía que estaba en buenas manos y ni siquiera tenía el acceso, hasta el día de hoy, a ninguna cuenta de Conexión Ganadera”, afirmó.

Respecto de las posibles soluciones, Carrasco consideró que un “gran remate de nuestra ganadería implicaría millones de dólares en pérdida”, mientras que una “liquidación inteligente” —vender cada animal en su mejor momento— sería una mejor alternativa en ese sentido.

Otra posibilidad es que se integre un socio “que necesite 20.000 toneladas de carne por año o 2 millones de toneladas de carbono”.

"Yo no tengo un problema económico, sino moral, que es haber estado perjudicando a los inversores y eso es lo único que me desvela. Dejaré el pellejo o lo mejor de mí para que eso sea corregido", cerró.