El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central del Uruguay (BCU) se reunió por primera vez bajo la presidencia del economista Guillermo Tolosa y decidió -como esperaba el mercado- un aumento en la Tasa de Política Monetaria(TPM, tasa interbancaria a un día), que pasó de 9,00 a 9,25%.
El Banco Central del Uruguay prioriza lucha contra la inflación pese a incertidumbre global
Las expectativas siguen por arriba de la inflación objetivo y por eso sube la tasa, pensando en los empresarios que observan las negociaciones salariales en el corto plazo.
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Las tasas de interés subieron y la política monetaria ingresó nuevamente a la fase contractiva
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El Banco Central del Uruguay se reúne por primera vez en el nuevo período para decidir el futuro sobre las tasas

El Banco Central del Uruguay priorizó combatir la inflación con la política monetaria.
De esta forma el BCU lleva la política monetaria a una instancia contractiva, es decir, con la tasa en un nivel superior al de equilibrio, encareciendo el costo del dinero para llevar la inflación actual y sus expectativas, a niveles inferiores a los que se observan hoy. En efecto, la inflación ha subido en el último mes, llegando a 5,7% anual. Y las expectativas -tomando el caso de los empresarios- a uno y dos años la ubican en 6% y 6,5%. El objetivo del BCU está bastante más abajo: manteniendo el rango meta entre 3 y 6%, el presidente de la autoridad monetaria ha dicho que pretende llevarla al centro del mismo, es decir al 4,5%.
El BCU decidió un incremento de 25 puntos básicos en la tasa de interés, ubicándola en 9,25% e ingresando en una instancia contractiva de la política monetaria, con el objetivo de conducir la inflación y sus expectativas a la meta de 4,5% anual.
Apuesta por bajar la inflación en el escenario local
El BCU no ignoró los profundos cambios en el escenario global, pero estos tampoco lo distrajeron: en su comunicado señala que los aranceles de Estados Unidos aumentaron el riesgo de desaceleración de la economía global, lo que podría “generar condiciones más favorables para el actual proceso de desinflación, en parte debido a una reducción de precios de las materias primas”.
Sin embargo, a pesar de esta posibilidad, el BCU agrega que las expectativas “no han continuado su tendencia decreciente”, por lo que decidió por unanimidad el referido incremento de la TPM en un cuarto de punto.
El marco de acción de la política monetaria está en permanente cambio, pero es claro que al BCU le preocupa particularmente que las expectativas no se alineen a la meta. Entre otras cosas, esto se vincula implícitamente a una discusión delicada, la de la desindexación. Porque si los empresarios están proyectando una inflación mayor, no se trata simplemente de un pronunciamiento analítico, sino que tiene algo de tendencia: los empresarios -en buena medida- definen los precios, al menos a corto plazo y en varios ámbitos.
Esto nos lleva directamente a las próximas negociaciones salariales. El Banco Central actúa en el ámbito de la política monetaria, pero en su lucha contra la inflación, le irá mejor con ayuda. Y la política salarial es clave (además de la política fiscal) para anclar la inflación a un nivel menor.
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