El crecimiento de China se desacelera y enciende nuevas alarmas en los mercados mundiales

El PBI creció a su ritmo más lento de este año y se aleja del objetivo del 5%, mientras la crisis en el sector inmobiliario se profundiza.

El PBI de China creció un 4,6% en el tercer trimestre.

La economía china sigue encendiendo alarma en todo el mundo y, particularmente, en los países agroexportadores que tienen al gigante asiático entre sus principales socios, como Uruguay: el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del tercer trimestre alcanzó su ritmo más débil desde principios de 2023 y comienza a ser más difícil que logre el objetivo anual del 5%.

La economía de China creció al ritmo más lento desde principios de 2023 en el tercer trimestre, con una mejora del 4,6% —por debajo del 4,7% del segundo trimestre—; y aunque las cifras de consumo y producción industrial superaron las previsiones el mes pasado, la caída del sector inmobiliario sigue siendo un gran desafío para Beijing mientras se apresura a revitalizar el crecimiento.

En esto jugarán un rol clave las políticas de estímulo anunciadas en setiembre, aunque los analistas no ven un “cambio en los libros”: "El desempeño se alinea con las expectativas del mercado, dada la débil demanda interna, un mercado inmobiliario que aún lucha y una desaceleración del crecimiento de las exportaciones", sostuvo a Reuters Bruce Pang, economista jefe de JLL, para quien "el paquete de estímulo anunciado a finales de septiembre requerirá tiempo y paciencia para impulsar el crecimiento durante los próximos trimestres".

Las autoridades chinas, en tanto, mantienen la confianza de poder alcanzar el objetivo de alrededor del 5% de crecimiento anual en el PBI. "Según nuestra evaluación integral, se espera que la economía en el cuarto trimestre continúe la tendencia de estabilización y recuperación que se produjo en setiembre. Tenemos plena confianza en lograr el objetivo para todo el año", aseguró Sheng Laiyun, subdirector de la oficina de estadísticas de China.

De todos modos, los precios del sector inmobiliario cayeron al ritmo más rápido desde 2015 y por 15° mes consecutivo, dando cuenta de que los problemas en esta área, grandes causantes de la deflación que atraviesa China, están lejos de solucionarse. Por lo que las políticas de estímulo serán fundamentales, “aunque es poco probable que reviertan la crisis estructural”.

Según una encuesta de Reuters, es probable que la economía china se expanda un 4,8% en 2024, por debajo del objetivo de Beijing, y que el crecimiento podría enfriarse aún más hasta un 4,5% en 2025.

Para los países que colocan sus productos en el gran mercado asiático como Uruguay, estas noticias nunca son buenas, porque significan que la demanda interna de China continúa deprimida y que no hay expectativa a corto plazo de que ello vaya a cambiar.

La advertencia del FMI

Ya en abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió sobre el “agotamiento” de la recuperación económica que China había experimentado a fines del año pasado y le permitió alcanzar un crecimiento del PBI del 5,2%.

Con la actualización de abril de las Perspectivas de la economía mundial, el FMI mantuvo sus proyecciones para el crecimiento chino en 4,6% para el 2024, por debajo de las expectativas del gobierno de Xi Jinping, que las sitúa en 5%. De todos modos, la recuperación económica estaría cerca de su “agotamiento”.

Esto se debe, según advirtieron los expertos del organismo internacional, a la presión sobre el sector inmobiliario, en crisis desde el 2020 por el endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito para los promotores —con el objetivo de reducir su endeudamiento—, lo que ha llevado al borde de la quiebra a importantes empresas y a la especulación de potenciales compradores en medio de un contexto de baja de precios. "A falta de una respuesta de conjunto a un sector inmobiliario en dificultades, el crecimiento podría agotarse", advirtió el Fondo.

Este escenario es el que se está viendo en el presente, y que llevó a que, del sorprendente resultado del primer trimestre con un crecimiento del 5,3% se haya pasado al preocupante 4,6% del tercer trimestre.