El dólar global se mantenía a la baja luego de que se difundieran los datos de inflación en Estados Unidos, mientras que el yen japonés se fortalece este miércoles ante las crecientes apuestas a un alza de tasas en la próxima reunión del Banco de Japón (BOJ), mientras que el enfriamiento de la inflación británica ofrece alivio a la libra.
El dólar global mantiene su baja tras el dato de inflación en Estados Unidos
Los precios al consumidor subieron más de lo esperado en noviembre, reforzando la senda más lenta de recortes de la Fed.
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El dólar global se fortaleció ante las dudas por los recortes de tasas de la Fed
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El dólar abrió la semana al alza y alcanzó un nuevo máximo en lo que va del año
Los precios al consumidor en Estados Unidos (IPC) aumentaron levemente más de lo esperado en noviembre debido a que subieron los costos de la energía, lo que apunta a una tendencia inflacionaria que se alinea con la visión de la Reserva Federal (Fed) de una senda más lenta de recortes de tasas este año.
L inflación subió un 0,4% el mes pasado después de subir un 0,3% en noviembre, según informó el miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo. En los 12 meses hasta diciembre, el IPC avanzó un 2,9% después de aumentar un 2,7% en noviembre.
El índice dólar —que mide el desempeño del billete verde en relación con una canasta de otras seis divisas de relevancia internacional— se debilitó tras la publicación y bajó un 0,4% para situarse en 108,76, por debajo del máximo de 26 meses de 110,17 que alcanzó el lunes. En octubre de 2022 llegó a 114,78, su nivel más alto desde 2002.
El yen se fortalece
Sin embargo, hubo suficiente información para mantener ocupados a los operadores de divisas antes de esa fecha, particularmente en Japón, donde el yen se fortaleció gracias a los comentarios del gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, quien dijo que el banco central aumentaría las tasas de interés y ajustaría el grado de apoyo monetario si continúan las mejoras en la economía y las condiciones de precios.
Sus comentarios se producen apenas un día después de que el vicegobernador Ryozo Himino dijera que el BOJ debatiría si aumentar las tasas de interés en la reunión de política de la próxima semana.
El dólar cayó un 0,6% frente al yen a 156,99, ya que los rendimientos de los bonos del gobierno japonés, en particular los rendimientos a dos años sensibles a las tasas, alcanzaron máximos de varios meses.
"Sería extraño que el BOJ no asista a la reunión de enero", dijo Jordan Rochester, responsable de estrategia de renta fija, divisas y materias primas de EMEA en Mizuho, señalando múltiples factores, entre ellos un repunte del IPC japonés, salarios firmes y precios más altos del petróleo.
"Por supuesto, mucho depende del próximo lunes con Trump", añadió, en referencia a la investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. "Si no fuera por ese riesgo de evento, este mercado estaría cerca de descontar por completo la reunión". "El movimiento bajista del USD/JPY esta mañana es lo que hay que ver", agregó.
EL ojo puesto en Europa
Las miradas también estaban puestas en Gran Bretaña, donde los datos mostraron que la inflación se desaceleró inesperadamente el mes pasado y los indicadores básicos del crecimiento de los precios -monitoreados por el Banco de Inglaterra- cayeron más abruptamente, una buena noticia para la ministra de finanzas , Rachel Reeves, después de una liquidación del mercado .
Si bien los rendimientos de los bonos del gobierno británico cayeron bruscamente después de los datos, lo que provocó que los inversores aumentaran las expectativas de un recorte de tasas del Banco de Inglaterra en febrero, la libra estuvo marginalmente más firme en el día a $1,2223.
Los analistas dijeron que, como el aumento de los rendimientos de los bonos del Estado la semana pasada generó preocupaciones sobre el estado de la economía británica y causó la caída de la libra, los rendimientos más bajos de los bonos del Estado eran un soporte para la libra esterlina en la actualidad, contrariamente al patrón típico.
Por otra parte, el euro se mantuvo estable en 1,0302 dólares, al igual que la mayoría de las otras monedas principales, incluido el franco suizo en 0,9119 por dólar y el dólar australiano en 0,6201 dólares.
Las miradas también estaban puestas en China, donde el yuan onshore se debilitó para negociarse a solo una fracción del límite diario a la baja de su banda de negociación con el dólar estadounidense, manteniendo un sesgo débil a pesar de una orientación oficial persistentemente más firme de lo esperado y señales de rigidez en los mercados monetarios domésticos.
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