El gobierno defiende una relación pragmática con EEUU y China, y nombra embajadores de carrera

Daniel Castillos irá a Washington y Aníbal Cabral a Pekín. En una primera etapa, el objetivo será entender a la administración Trump.

Daniel Castillos será el embajador en EEUU en una primera etapa.

El gobierno de Yamandú Orsi optó por dos diplomáticos de carrera para las embajadas clave en Estados Unidos y China, designando a Daniel Castillos y Aníbal Cabral, respectivamente.

El canciller, Mario Lubetkin, realizó el anuncio este viernes en conferencia de prensa y explicó que el objetivo es tener “un desarrollo pragmático de las relaciones diplomáticas con las dos potencias globales. Además informó sobre otros 15 nombramientos, seis de ellos políticos y la mayoría en países de la región y organismos multilaterales.

Respecto a la elección de Castillos, quien trabaja en Cancillería desde 1989 y quien actualmente se desempeña como director de Asuntos Antárticos y Atlántico Sur del Ministerio, señaló que cumple a una primera etapa en la que el gobierno de Orsi buscará “terminar de entender las líneas de tendencia de las políticas de Donald Trump”.

“Es probable que volvamos a hacer un cambio de embajador en el futuro. Nadie se atreve a decir cuál va a ser la dinámica de desarrollo en función de lo que vemos en los medios todos lo días. Se necesita tiempo”, señaló.

Argumentando la decisión de optar por embajadores de carrera y no políticos, como si se designaron en Argentina o la Organización de Estados Americanos (OEA), Lubetkin señaló que se busca tener las mejores relaciones por lo que se optó por diplomáticos experimentados.

“China es un país con el que tenemos relaciones muy estrechas, son dos países neurálgicos por lo tanto mandamos dos diplomáticos muy preparados”, dijo.

El embajador Cabral ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores en 1990 y cumplió con funciones representativas en el Mercosur, la Unión Europea, Rusia y la Celac. Actualmente se desempeña como director general para Asuntos Económicos Internacionales de la Cancillería.

La elección de embajadores de carrera simplifica, además, su pronta instalación en los países asignados ya que no requieren venia del Parlamento.