El proyecto Arazatí genera tensiones entre el gobierno electo y la administración actual

Desde el equipo de Yamandú Orsi pusieron la lupa en el informe ambiental del Ejecutivo que habilitó la obra.

El proyecto Arazatí tensa la cuerda entre el gobierno electo y la administración actual.

Foto: Ministerio de Ambiente

La materialización del proyecto Arazatí genera tensiones entre el gobierno actual que encabeza el presidente Luis Lacalle Pou y el equipo del presidente electo Yamandú Orsi, desde donde advierten que la obra no será prioridad.

En ese sentido, no cayó bien en el Frente Amplio (FA) la autorización a la iniciativa por parte del Ministerio de Ambiente (MA), que de todos modos contempla una serie de especificaciones a cumplir por parte de las empresas autorizadas.

De hecho, el equipo que encabeza la transición de Orsi solicitó en las últimas horas el informe del MA a la Secretaría de Presidencia, al considerar que “llama la atención” que el proyecto Arazatí haya sido aprobado, pese a que contaba con numerosas observaciones en instancias previas.

Orsi y Cosse, en contra de la iniciativa

Desde el FA, Orsi consideró que el proyecto que pretende instalar una planta potabilizadora de aguaen San José para abastecer al área metropolitana todavía "ofrece reparos" e insistió en retomar su promesa de campaña de construir una planta en Casupá, Florida.

A su vez, la vicepresidenta electa, Carolina Cosse, consideró que la iniciativa "tiene todavía observaciones" e insistió: “No es la prioridad, la prioridad es Casupá".

De todos modos, trató de brindar" certezas al señalar que “en este gobierno no se va a hacer nada apartado del marco jurídico, lo vamos a respetar siempre”.

La aprobación ambiental

En tanto, Ambiente le brindó la autorización ambiental a las empresas Berkes, Ciemsa, Saceem y Fast, integrantes del Consorcio Aguas de Montevideo, a comenzar con la construcción del proyecto "de acuerdo a los documentos presentados para obtener el permiso ambiental" y recordó que las compañías "deberán informar por escrito y con antelación el comienzo de obras".

“No se podrá captar agua del Río de la Plata para su uso en la planta potabilizadora, ni para la alimentación de la reserva para agua bruta, en períodos en los que la concentración de cloruros en agua del Río de la Plata en el sitio de toma supere el valor de 125 mg/L, o lo que resulte su equivalente expresado en unidades de conductividad", insistió el MA.

Finalmente, apuntaron que no se podrá ejecutar procedimiento alguno sin la aprobación de la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental, mientras remarcaron la importancia de "presentar informes cuatrimestrales de seguimiento de obra, sin perjuicio de otras obligaciones particulares".