¿Es posible una política de Estado sobre el hidrógeno verde?

Expertos del sector energético se reunieron para analizar las posibilidades del negocio del hidrógeno verde en Uruguay.

El hidrógeno verde se presenta como una oportunidad de negocio energético para el Uruguay.

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Convocados por la Cámara Uruguaya de Logística y el grupo Todo Logística-Comercio Exterior expertos del sector de las energías renovables analizaron, junto a representantes de las entidades del Estado encargadas de la temática, sobre las diferentes oportunidades que propone la inversión concretamente en el hidrógeno verde y cual debería ser el papel del regulador. En el evento estuvo presente el subsecretario de Industria, Energía y Minería, Walter Verri, entre otros.

“Uruguay tiene hoy en día cuatro proyectos que están anunciados” dijo a Ámbito María José González, coordinadora del proyecto hidrógeno verde del Ministerio de Industrias, Energía y Minería (MIEM).

Entrando en más detalles, la jerarca puntualizó que “hoy en día tenemos dos proyectos que anunciaron su interés en avanzar en un proyecto de derivados del hidrógeno, puntualmente de combustibles renovables, los están estudiando y haciendo las pruebas de impacto ambiental. Son proyectos que tienen una firme intención, pero no están confirmados, están avanzando y vienen avanzando bien”, aclaro.

“Estamos acompañando con un marco regulatorio, con la generación de capacidades, con el diálogo ciudadano, trabajando en el territorio, y cuando tengan todos sus procesos más avanzados, tomarán o no la decisión de inversión, por tanto quedan algunos años como para que comiencen a operar”, agregó González.

“Hay uno que sí ya está confirmado, que es el proyecto Kahiros, que se lanzó hace un par de semanas, el cual va a estar en Fray Bentos y es para uso doméstico del hidrógeno. Es un proyecto que esperemos que en el 2026 sí pueda estar operando y podamos acompañar. Además, hay otro proyecto que también está avanzando, pero todavía no está confirmado, pero va a tener apoyo a través de la ANII, también a ese tipo de escala, ubicado en Durazno para transporte forestal”, informó la asesora ministerial a Ámbito.

“Lo que es interesante de estos primeros proyectos de estas escalas más pequeñas es que empiezan a traccionar el ecosistema. Entonces, por ejemplo, ya tenemos una regulación que emitió la URSEA de condiciones de seguridad para proyectos de hidrógeno. Como en Uruguay no existe el comercio de hidrógeno ni la producción, más que en la refinería, es nuevo y requiere regulación que acompañe y el rol del Estado como planificador y coordinador. Y el poder avanzar en estas escalas más pequeñas también aceleran los marcos regulatorios y nos ayudan a acompañar este desarrollo”, explicó

¿Una política de Estado?

El desafío parece estar en qué escenario hay para que estas iniciativas se transformen en políticas de Estado.

Al respecto, la asesora gubernamental indicó que “todos los partidos políticos han mostrado un muy buen interés o alineamiento. Por supuesto, cada uno podrá tener su foco, sus especificaciones, pero en general identifican esto como una oportunidad. El sector privado nos ha transmitido varias veces y también desde el Ministerio de Industria lo hemos visto como que es positivo, así como se hizo el primer acuerdo multipartidario para la recesión energética, continuar con esta mirada que dé la mirada de política de Estado. Eso da mucha certeza a los inversores y también a la población”.

Respecto a la forma, González manejó posibilidades como un proyecto de ley con apoyo multipartidario. “Puede ser una política específica, puede ser una ley, cuanto más arriba y más a nivel de consensos generales se logren, mejor”.

Incluso, está en la agenda la posibilidad de coordinar políticas a nivel regional, con otros países que puedan desarrollar regulaciones similares.

“Hoy en día estamos trabajando en una certificación regional de hidrógeno junto con los países de la región (Chile, Colombia, Uruguay, Argentina y Brasil), justamente en poder buscar primeros criterios comunes, certificaciones comunes y, obviamente si esto fuera para transporte pesado, habrá que ver cómo avanza a nivel de la tecnología, a nivel global, si es eléctrica, si es hidrógeno, si es combustible renovable. Estamos en un mundo en transición en materia energética, entonces hay que acompañar”, señaló la jerarca del MIEM.

Satisfacción en el sector privado

Desde el sector empresarial el Ceo del grupo AMS dijo también a Ámbito que “la oportunidad que tiene Uruguay en el marco del desarrollo de lo que es la economía del hidrógeno es muy grande. No solo por los niveles de inversión que se pueden atraer hacia Uruguay, que siempre son necesarios, sino además por la cantidad de actividades vinculadas que se van a desarrollar atrás de eso”.

“Este tipo de proyectos arrancan con una generación de energía renovable muy grande, de una dimensión muy grande. Atrás de eso aparece la industria que produce el hidrógeno, atrás de eso aparecen los derivados del hidrógeno que se utilizarán como medio de transporte de esa energía que tiene el hidrógeno hacia distintos mercados. Y desde el sector privado tenemos lugares en todos esos”, añadió.

“Podemos estar en la parte de generación, podemos estar en la parte de la producción del hidrógeno, en la producción de los derivados y, en el caso de la empresa que yo represento, en todo lo que tiene que ver con la logística de esos derivados hacia el mercado interno, hacia el mercado externo, o de las materias primas que se puedan precisar para la producción de esos derivados“, puntualizó el empresario.

“El sector privado solo no puede, el sector público es necesario, y ahí la coordinación y la hoja de ruta que ha definido el gobierno para desarrollar estas cosas, es un elemento fundamental”, evaluó finalmente Rucks.