12 de diciembre 2024 - 12:09

Julio María Sanguinetti se suma a la polémica por Arazatí: "Esta obra tendría que haber empezado ayer"

El expresidente criticó al gobierno de Lacalle Pou por enredarse "demasiado en trámites" y acusó al Frente Amplio de frenar el proyecto por un "tema ideológico"

Julio María Sanguinetti cuestionó las demoras del gobierno de Luis Lacalle Pou en comenzar el proyecto Arazatí.

Julio María Sanguinetti cuestionó las demoras del gobierno de Luis Lacalle Pou en comenzar el proyecto Arazatí.

Foto: Parlamento

El expresidente y referente histórico del Partido Colorado (PC), Julio María Sanguinetti, opinó sobre la polémica en torno al proyecto Arazatí y consideró que el gobierno de Luis Lacalle Pou “se enredó demasiado en trámites” que demoraron el inicio de la construcción de la planta potabilizadora.

“Esta obra tendría que haber empezado ayer”, consideró Sanguinetti respecto a la creciente polémica y los cruces entre los gobiernos saliente y entrante, en plena transición, sobre el futuro del proyecto Arazatí. Para el expresidente, la administración de Lacalle Pou debería haberse apurado en iniciar la obra antes de terminar su período, apenas obtuvo la aprobación ambiental.

“Si algo tengo para criticarle al gobierno actual es que se enredó demasiado en trámites, consultó demasiado, eso ya tendría que estar empezando. No me gustaría nada que dentro de dos o tres años tuviéramos la posibilidad de enrostrarle al Frente que no hizo lo que tenía que hacer cuando tengamos otra crisis hídrica”, expresó el dirigente colorado en el programa Desayunos Informales (Canal 4).

En ese sentido, insistió en que, dada la importancia que tiene y las experiencias críticas cercanas en términos hídricos, la obra que pretende construir una nueva planta potabilizadora y toma de agua del Río de la Plata a la altura de Arazatí, en San José, ya debería haberse comenzado.

“Estamos dependiendo de una sola fuente, de una sola usina potabilizadora, de mucho riesgo. Si pudiera, empezaba esta tarde la obra, porque es un riesgo muy grande el que estamos corriendo y que no se debe correr”, señaló Sanguinetti, y agregó que “Casupá está muy bien, pero la prioridad hoy es tener otra fuente de agua que no sea el río Santa Lucía, porque si se nos queda como ya pasó, la quedamos todos”.

La referencia a Casupá se debió a que el presidente electo Yamandú Orsi considera la construcción de esa represa como la prioridad para su futuro gobierno —algo que también está establecido en el programa del Frente Amplio (FA)—; mientras que ya ha sostenido en diversas ocasiones que el proyecto Arazatí, también conocido como Neptuno, debería ser sometido a revisión antes de contar con luz verde.

Al respecto, Sanguinetti le atribuyó a una cuestión “ideológica” la reticencia frenteamplista respecto de la nueva planta potabilizadora: “El tema Arazatí es ideológico, como el Frente Amplio estuvo en contra desde el primer día, porque no le gustaba que hubiera una concesión privada; si lo hiciera OSE le parecía todo bien”, consideró.

Las idas y vueltas de Lacalle Pou y Orsi

El miércoles, Lacalle Pou aseguró que no pondrá “el freno de mano” en el proyecto Arazatí, incluso pese a las diferencias que existen entre las administraciones que se encuentran en el período de transición. En ese sentido, insistió en que tratará de encontrar un “punto medio”.

“¿Si viene una sequía, a quién le van a echar la culpa, al que viene o al que no hizo las cosas?”, cuestionó durante la inauguración de un puente sobre el arroyo Solís Grande en Montes.

Asimismo, explicó la importancia que tiene la construcción de la planta potabilizadora y de una nueva toma de agua para el país: "Nuestra decisión, en base a estudios técnicos, y en base a algo que no es difícil de saber, que es que la represa de Casupá tiene la misma fuente que la que toma Aguas Corrientes. Nosotros dijimos de buscar una fuente alternativa, que no era no hacer Casupá en el futuro. Ese proyecto (Arazatí) lo empezamos, llevó todo un desarrollo técnico, una licitación, se otorgó la licitación, hace dos días el estudio de impacto ambiental".

Más tarde ese mismo día, Orsi sostuvo que “corregir o cambiar los términos no es necesariamente ir para atrás”, y que su equipo pedirá más información en las próximas reuniones de trabajo, en tanto recibieron “informes técnicos que son contrarios a la decisión tomada por el Ministerio de Ambiente”.

“El presidente ya sabe cuál es mi posición, hay cosas que me gustaría resolverlas mejor. Él se comprometió a hablar cuando estuviera por tomar la decisión. No sé cuál va a ser el resultado, capaz hay acuerdo o desacuerdo, pero no va a ser sin la información”, expresó en rueda de prensa, señalando la importancia de que no se comprometa “el tema del agua potable”.

En ese sentido, insistió en que “no nos podemos demorar eternamente, porque estas cosas fueron planteadas en los años 70”, pero que “tampoco puede pasar que, como estamos apurados, hacemos cualquier cosa aunque salga mal”. “Hay mucho dinero en juego y mucha expectativa de la gente”, apuntó el presidente electo.

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