26 de abril 2025 - 10:19

La contradicción y la incertidumbre tiñen la eventual desescalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China

La errática política arancelaria de Donald Trump sigue generando nervosismo no solo entre los inversores sino también entre los líderes mundiales.

La contradicción y la incertidumbre tiñen la eventual desescalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

La contradicción y la incertidumbre tiñen la eventual desescalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó en una entrevista publicada el viernes que se estaban llevando a cabo negociaciones arancelarias con China, pero Pekín negó que existieran dichas conversaciones. Y aunque parezca llamativa, esta es apenas la última de una serie de señales contradictorias sobre el progreso que se estaba logrando para desescalar una guerra comercial que amenaza con minar el crecimiento global.

Trump declaró a la revista Time que se estaban llevando a cabo conversaciones y que el presidente chino, Xi Jinping, lo había llamado, afirmación que repitió a la prensa al salir de la Casa Blanca el viernes por la mañana rumbo a Roma para asistir al funeral del papa Francisco.

Pero China no tardó en desmentir enfáticamente las declaraciones del presidente estadounidense y asegurar que "no están manteniendo ninguna consulta ni negociación sobre aranceles", según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores publicado por la embajada china en en el país norteamericano. "Estados Unidos debería dejar de generar confusión", aseguró el gigante asiático.

Ese mismo día, Trump dijo a periodistas a bordo del Air Force One que lo trasladó a Europa que sería una victoria si China abriera sus mercados a los productos estadounidenses y que los aranceles podrían propiciarlo, según informó Reuters.

Ya el sábado, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, afirmó que Pekín cumple con las normas internacionales sobre los aranceles impuestos por Estados Unidos y buscará la solidaridad de otros países. "Ciertos países se aferran a sus propias prioridades, ejercen presión intimidatoria y realizan transacciones coercitivas, y provocan guerras comerciales sin motivo alguno, lo que expone su extremo egoísmo", declaró en el marco de una reunión regional en Kazajistán.

Este intercambio de ideas aumenta la considerable incertidumbre en torno a la errática política arancelaria de Trump, no solo en relación con China, sino también con las docenas de países que se apresuran a alcanzar sus propios acuerdos para aliviar la carga de los elevados impuestos a las importaciones que ha impuesto desde su regreso a la Casa Blanca en enero.

Su equipo de negociadores estaba llevando a cabo lo que equivalía a una ronda relámpago de conversaciones comerciales con funcionarios extranjeros que habían acudido masivamente a Washington esta semana para las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo del Banco Mundial (BM). Pero mientras funcionarios del gobierno, incluido el secretario del Tesoro, Scott Bessent, presumían de indicios de un rápido progreso, muchos de sus homólogos se mostraron más cautelosos. Los responsables de finanzas del FMI volvían a casa con renovada urgencia por reducir los riesgos que presentan los aranceles.

"Salgo de estas reuniones con una clara idea de todo lo que está en juego y de los riesgos que existen para el empleo, el crecimiento y el nivel de vida en todo el mundo", declaró a Reuters el ministro de Finanzas irlandés, Paschal Donohoe. "Las reuniones aquí me recordaron por qué debemos hacer todo lo posible en las próximas semanas y meses para ver cómo podemos reducir esa incertidumbre", añadió.

¿Puede haber una desescalada del conflicto comercial global?

Si bien falta claridad respecto de si realmente los acuerdos están buscando desactivar la imposición de aranceles aún más elevados para principios de julio —cuando termine el plazo de gracia concedido por Trump para negociar con los socios comerciales—, lo cierto es que hubo indicios de cierta desescalada de la guerra comercial global.

China eximió algunas importaciones estadounidenses de sus elevados aranceles, ya que grupos empresariales afirmaron que Pekín ha permitido la entrada de algunos productos farmacéuticos estadounidenses al país sin pagar los aranceles del 125% que impuso a principios de este mes en respuesta a los aranceles del 145% de Trump a las importaciones chinas.

Además, circulaba entre algunas empresas y grupos comerciales una lista de 131 categorías de productos que, según se dice, se están considerando exenciones. Reuters no pudo verificar la lista, que incluye vacunas, productos químicos y motores a reacción; y China aún no se ha comunicado públicamente al respecto.

La administración Trump también ha señalado en los últimos días que busca rebajar la tensión con China, y Bessent afirmó que ambas partes consideran la situación actual insostenible.

En paralelo, Trump declaró a la prensa en la Casa Blanca que estaba muy cerca de llegar a un acuerdo con Japón. Los analistas consideran que esto es un "caso de prueba" para otros acuerdos comerciales bilaterales, aunque las conversaciones podrían ser difíciles. Algunos esperan que el primer ministro Shigeru Ishiba y el presidente republicano anuncien un pacto cuando se reúnan en la cumbre del G7 en Canadá en junio.

El mandatario estadounidense también declaró a Time que había cerrado "200 acuerdos" que se completarían en un plazo de tres a cuatro semanas, aunque se negó a dar detalles. Aseguró que consideraría una "victoria total" si los aranceles se mantuvieran entre el 20% y el 50% dentro de un año.

Asimismo, los aranceles dominaron las discusiones en las reuniones del FMI de esta semana, donde los ministros de finanzas buscaron reuniones individuales con el secretario del Tesoro estadounidense, quien calificó las conversaciones iniciales con Corea del Sur como "muy exitosas" el jueves, lo que Seúl calificó como un "buen comienzo". Se han programado nuevas conversaciones para la próxima semana.

También Suiza se mostró satisfecha con su reunión inicial con Bessent. La oficina comercial estadounidense afirmó estar en constante contacto con Japón y otros países, pero indicó que Trump decidiría finalmente si se procedería.

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