15 de junio 2024 - 14:32

La inflación convergería en una "zona de confort" en torno al 6%, estiman los expertos

CPA Ferrere actualizó sus proyecciones para la economía uruguaya y señaló que los salarios podrían tener una corrección negativa por la menor inflación esperada.

La inflación en Uruguay convergería en torno al 6% como nueva zona de confort.

La inflación en Uruguay convergería en torno al 6% como nueva zona de confort.

Foto: Freepik

La consultora financiera CPA Ferrere presentó la actualización de las perspectivas económicas, “La economía uruguaya rumbo al 2025”, y señaló que la inflación converge hacia una nueva zona de confort en torno al 6%, a pesar de que el Índice de Precios del Consumidor (IPC) lleva doce meses consecutivos dentro del rango meta, y con mediciones incluso por debajo del centro de 4,5%.

El evento estuvo a cargo de los economistas Alfonso Capurro —que también integra el Consejo Fiscal Asesor (CFA) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)— y Nicolás Cichevski. Y si bien tocó diferentes puntos de las proyecciones a corto y mediano plazo para el país, la inflación fue uno de los temas que más repercusiones generaron, por ser también uno de los grandes objetivos de la política monetaria del Banco Central del Uruguay (BCU).

“La inflación alcanzó mínimos históricos en abril (3,7%) y converge a una nueva zona de confort en torno al 6%”, afirmó Capurro, al respecto. El registro de abril fue el menor desde agosto del 2005, mientras que el acumulado interanual estaría por debajo de lo esperado por algunos sectores.

Una inflación alta a pesar de los resultados

“¿Nueva ‘zona de confort en torno a 6%? ¿Pero la meta no es 4,5%?”, se preguntó al respecto el economista José Licandro, en redes sociales. “Ahhh...las expectativas en el horizonte de la política monetaria (24m) están clavadas en 6%, a pesar de eso la instancia monetaria es neutral-expansiva y las propias proyecciones del BCU en su horizonte están ahí”, apuntó.

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Esta viene siendo una de los cuestionamientos a la política monetaria del BCU por parte del exintendente de Servicios Financieros. En ese sentido, cabe recordar que en la última Encuesta de Expectativas publicada por el Banco Central, los agentes económicos consultados corrigieron al alza sus expectativas de inflación.

Esto condice con otro punto del análisis de CPA Ferrere que, a pesar del bajo dinamismo de la economía de los indicadores adelantados durante el primer trimestre, pronostica una aceleración del crecimiento a partir del segundo trimestre y un crecimiento promedio anual de 3,4% en 2024. Esta mejora estará impulsada por un efecto rebote en las exportaciones, pero principalmente por el consumo en los hogares. Esto último, con un efecto de prisión sobre los precios que explicaría unos niveles inflacionarios más altos que los actuales.

¿Un efecto negativo en los salarios?

Capurro también hizo hincapié en que “por primera vez en la historia tendremos correctivos negativos de inflación en la ronda de ajustes salariales de julio de este año”. La estimación de CPA Ferrere apunta a un ajuste del -2,3%, en tanto la estimación de inflación a junio se ubicaría en 4,7%, mientras que las pautas salariales asumían un 7,2%.

El economista explicó que estos correctivos negativos no serán automáticos en todas las mesas: algunos convenios prevén explícitamente estos correctivos “en más y en menos” y tendrán ajustes automáticos, como en el caso de la construcción y el servicio doméstico; mientras que otros convenios solo consideran correctivos si el aumento de precios efectivo supera a la inflación esperada, o no tienen una redacción clara sobre qué tratamiento se dará a estos casos, por lo que seguramente habrá negociación en el ámbito de los Consejos de Salarios.

En cualquier caso, Capurro señaló que “es muy positivo que esté pasando esto porque de alguna forma quiere decir que la política monetaria fue exitosa, logró quebrar la inercia inflacionaria y dibuja un nuevo escenario para la desindexación salarial rumbo al 2025”.

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