La Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM) cerrará este año con un récord en ingresos de frutas y verduras con un total de 450.000 toneladas, lo que se traduce en buenas noticias para el sector que tuvo que padecer una de las peores sequías de la historia los últimos dos años.
La UAM cerrará el año con un récord de 450.000 toneladas de ingresos de frutas y verduras
En los últimos dos años, el sector sufrió una pérdida en la calidad y cantidad, que se revirtió con una mejora en la oferta y demanda, acompañado de una estabilización en los precios.
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Se acerca La Niña y preocupa una nueva sequía
El jefe de Información y Mercados de la UAM, Pablo Pacheco, explicó que se están dando números que indican que se volverá a romper un récord de oferta de frutas y verduras. "Estamos con la expectativa de cerrar el año por encima de las 400.000 toneladas de ingreso al mercado mayorista hortofrutícola", aseguró.
Según Pacheco, la cifra de 450.000 toneladas se espera para finales de este año y teniendo en cuenta a toda la UAM. Esto incluye tanto la venta mayorista en las naves verdes del mercado hortifrutícola como así también la que es destinada a zonas de actividades logísticas de la UAM que se relacionan con áreas de servicios y logística que son igualmente importantes para el mercado.
En los últimos dos años, el sector sufrió una pérdida en la calidad y cantidad y en los últimos días del año logró una mejora en la oferta y demanda de las frutas y verduras, acompañado de una estabilización en los precios.
El aprendizaje que dejó el impacto de la sequía
La última sequía histórica que azotó al país se dio con 17 meses consecutivos entre abril de 2022 y setiembre de 2023, generando pérdidas por 1.883 millones de pesos, con una consecuente afectación del PIB, según datos de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria.
Mientras tanto, el Ministerio de Ambiente se anticipa a una eventual crisis y el subsecretario Gerardo Amarilla admitió que se actualiza la información sobre la cantidad de reservas de aguas subterráneas. “Tenemos reservas. La idea es tener mayor información y mayor investigación para poder saber cuánto y cómo la podemos usar”, planteó en setiembre y advirtió: “Aprendida la lección de lo que pasamos, estar mejor preparados para lo que vendrá es el objetivo".
¿Qué se espera para el verano?
Un informe de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) determinó que desde setiembre se comenzó a instalar el fenómeno de La Niña en la región, asociado a una menor cantidad de lluvias, mientras se anticipa un verano seco y menos caluroso, lo que podría dar lugar también a heladas, afectando nuevamente al sector agropecuario.
En tanto, el Centro de Predicción Climática (CPC) de Estados Unidos aventuró que hay un 71% de posibilidades de que se desarrollen condiciones climáticas de La Niña hasta noviembre y que persistan hasta enero-marzo de 2025.
"Los sectores agrícola y ganadero son claramente los más expuestos a los efectos de La Niña, y muchas de estas áreas son clave para la producción de cultivos como la soja y el maíz", expresó a Reuters David Oxley, director de economía climática de Capital Economics.
En tanto, el principal pronosticador internacional de AccuWeather, Jason Nicholls, advirtió que “el típico fenómeno de La Niña podría no materializarse”, pero alertó: “La principal zona a la que hay que prestar atención en caso de que se produzcan problemas de sequía y reducciones en la producción de cultivos son las tierras de Uruguay, Argentina y el sudeste de Brasil durante el verano".
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