Los tres desafíos inminentes que afrontará Yamandú Orsi en el inicio de su presidencia

El flamante presidente de la República tendrá que afrontar al Mercosur, la discusión del sistema previsional

El flamante presidente asumirá el próximo 1° de marzo. 

Yamandú Orsi se consagró como el próximo presidente de la República junto al Frente Amplio y a partir del 1° de marzo tendrá que enfrentar desafíos relacionados a la política exterior, la economía nacional y la inevitable necesidad de diálogo con un Parlamento dividido.

El flamante presidente asumirá el primer día de marzo del año que viene luego de obtener un total de 1.196.798 votos a su favor (un 49,84%), contra 1.101.296 (45,87%) de Delgado, en la carga de datos informada por la Corte Electoral con el 100% de los votos escrutados. De esta manera, Orsi se llevó más de 95.000 votos más, una cifra relevante para los números que se manejan en el Uruguay.

Sin embargo, son varios los desafíos que tendrá que enfrentar de cara a los próximos cinco años de gestión que le quedan por transitar.

La necesidad de diálogo

Si bien el escenario es un poco más favorable para Orsi, en comparación con lo que habría sido un gobierno de Álvaro Delgado, el Parlamento, específicamente Diputados será un lugar de arena política donde el diálogo será menester.

Con un empate en Diputados, con 48 legisladores frenteamplistas y 49 en la suma de los partidos de la Coalición Republicana —y con la sorpresa de las dos bancas para el sector de Gustavo Salle, Identidad Soberana, el Frente Amplio deberá dialogar con los otros partidos para poder lograr mayoría en la Cámara Baja.

Sin embargo, el partido progresista tiene el as del Senado bajo la manga donde fue un amplio ganador en las elecciones legislativas. La Cámara Alta quedó conformada de la siguiente manera: 16 senador para el FA, 9 para el Partido Nacional y 5 para el Partido Colorado.

La búsqueda de apertura sin perder la buena relación con los vecinos

La relación con los países vecinos y los socios también se presenta como un desafío político para el próximo gobierno, sobre todo en un contexto en el que, cada vez más, el libre comercio global necesario para un país pequeño como Uruguay se ve limitado. Por ello, el Mercosur será una herramienta clave; y, en ese sentido, también Brasil y Argentina.

Orsi ya adelantó que buscará tener una buena relación con el gobierno de ultraderecha argentino, dirigido por Javier Milei, y con quien los pedidos de apertura del Mercosur tienen un apoyo asegurado. Sin embargo, el flamante presidente deberá equilibrar la necesidad de apertura con las intenciones de su partido de fortalecer y expandir el bloque regional a través de la complementariedad productiva, tal y como establece el programa del FA.

Por otro lado, tendrá a favor la relación con Lula, sobre todo al estar bajo el ala del expresidente y referente del Movimiento de Participación Popular (MPP), José Mujica; y sus intenciones están alineadas también con el perfil que el mandatario de Paraguay, Santiago Peña, quiere para el bloque regional.

La búsqueda del aumento de tasas sin gastar demás

Otro desafío que enfrentará el gobierno Orsi es la necesidad de crecer a tasas más altas que las actuales —Moody’s estima un crecimiento promedio del 2,8% del PBI entre 2024 y 2026—, pero en un contexto de fuerte restricción del gasto ante un déficit que, pese a la implementación de la regla fiscal, no logró reducirse respecto de cinco años atrás. Si bien es una cuestión de raíces económicas, su resolución requerirá también firmes decisiones políticas por parte de la administración que vendrá.

Desde el Frente Amplio, han reiterado el compromiso con la estabilidad macro —una tarea que estaría a cargo de Gabriel Oddone— pero sin dar demasiados detalles sobre cómo avanzarían en la reducción del déficit. En contrapartida, muchas de sus propuestas implican un mayor gasto.