La agencia calificadora Moody’s se mostró optimista sobre la posibilidad del Uruguay de modificar la dinámica de bajo crecimiento que caracterizó los últimos años, considerando claves los buenos niveles de inversión extranjera directa (IED) y la estabilidad normativa.
Moody's se muestra optimista sobre un cambio en la dinámica de crecimiento de Uruguay
Samar Maziad, vicepresidente y analista senior a cargo de la calificación uruguaya, destacó el nivel de IED y el entorno de estabilidad política para lograrlo.
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¿Qué es necesario para que Moody's modifique el grado inversor y la perspectiva de Uruguay?
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Una inflación más baja y un mayor crecimiento destacan entre las proyecciones del BCU
En un diálogo exclusivo con Ámbito, Samar Maziad, vicepresidente y analista senior a cargo de la calificación soberana del Uruguay, afirmó que la agencia espera un fuerte crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de alrededor de 3,5% este año, como consecuencia de la recuperación de la sequía de 2023, la peor en un siglo.
“A mediano plazo, esperamos un crecimiento del PIB alrededor del 2,5%, respaldado por una inversión sostenida y una inversión extranjera directa constante. Esto marca un cambio significativo en el rendimiento del crecimiento en comparación con la tasa de crecimiento promedio previa a la pandemia de alrededor del 1%”, consideró. “Una mayor inversión, respaldada por el entorno de políticas estable de Uruguay y fuertes entradas de IED, abordaría una debilidad clave en la dinámica de crecimiento que persistió durante varios años”, agregó.
Maziad destacó el impacto en la economía como la planta de celulosa en Durazno, operativa desde mayo, y varios proyectos de infraestructura promovidos por el gobierno. “Uruguay está atrayendo nuevas inversiones en hidrógeno verde con varias empresas explorando oportunidades en esta área, lo que representa una oportunidad adicional de crecimiento”, señaló.
La proyección de Moody’s coincide con la del Banco Central del Uruguay (BCU), que anticipó en octubre un aumento desestacionalizado del crecimiento del 1% durante el tercer trimestre, que rozaría el 4,5% a nivel interanual y ratifica la estimación de una mejora del 3,5% del PIB durante 2024. Los datos previos proyectaban un 3% previo.
Organismos internacionales difieren en sus estimaciones. El Banco Mundial (BM) en su última actualización cifró el crecimiento esperado para este año en 3,2%, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó un 3,7%.
Consultada sobre los desafíos económicos que enfrenta el país, Maziad señaló tres: impulsar el crecimiento económico, mejorar la productividad y atraer más inversión privada. “A mediano plazo, el envejecimiento de la población añade al desafío de mantener altas tasas de crecimiento y podría aumentar las presiones fiscales relacionadas con las pensiones y los servicios sociales”, advirtió.
Moody’s mantuvo la nota crediticia del Uruguay en Baa1. La analista senior, a cargo de la revisión de la calificación, dijo a Ámbito que la calificación podría ser mejorada si un crecimiento más fuerte y reformas fiscales adicionales “conducen a una reducción material de la carga de la deuda y una menor carga de intereses”.
“Una mejora significativamente más pronunciada en el rendimiento del crecimiento de lo actualmente esperado, respaldada por una inversión privada más fuerte durante un período prolongado de tiempo, que conduzca a una mayor diversificación económica y resiliencia ante choques, también respaldaría una mejora”, aseveró.
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