17 de enero 2025 - 14:29

Nuevo debate sobre las tasas y la inflación: ¿fue precipitado el fin del ciclo contractivo?

El BCU confirmó el escenario económico que adelantó con la primera suba de la TPM, en diciembre, tras dos años de recortes.

Tras la suba de tasas, se cuestiona si la decisión del BCU abandonar la política moneteria contractiva en 2023 fue apresurada.

Tras la suba de tasas, se cuestiona si la decisión del BCU abandonar la política moneteria contractiva en 2023 fue apresurada.

Foto: BCU

El Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente al cuarto trimestre de 2024 confirmó el escenario que el Banco Central del Uruguay (BCU) había anticipado con el sorpresivo aumento de las tasas de interés al cierre del año pasado: la inflación esperada en el Horizonte de Política Monetaria (HPM) será más alta de la proyectada inicialmente —aunque dentro del rango meta— y, en consecuencia, comenzará una nueva etapa contractiva.

Este escenario es diferente al que se preveía pocos meses atrás cuando, en setiembre, el primer y fuerte recorte de las tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos permitió pensar que el BCU avanzaría con nuevas bajas de la Tasa de Política Monetaria (TPM) al tener un mayor margen para bajar la referencia sin ser expansivo ni impactar necesariamente en la presión sobre los precios.

Sin embargo, en la última reunión del Comité de Política Monetaria (Copom), y a la sombra de la incertidumbre en la economía estadounidense ante las medidas prometidas por el presidente electo Donald Trump y sus posibles efectos inflacionarios —con la consecuente moderación en la flexibilización de la Fed y la fortaleza del dólar global—, la decisión fue aumentar la TPM en 25 puntos básicos, hasta 8,75%.

El IPoM y la corrección al alza de las proyecciones de inflación confirmaron la necesidad del BCU de volver a actuar firmemente en la política monetaria para controlar los precios. Y, por lo tanto, abrió el debate sobre si, en primer lugar, se apresuró a avanzar con el recorte de tasas —el banco central uruguayo fue pionero en la flexibilización a nivel regional y recortó fuertemente durante el 2023—; o si, al contrario, tomó una decisión precipitada en cuanto a retomar la etapa contractiva.

El debate por la política monetaria

Las señales parecían ser claras tras la primera corrección al alza de la TPM desde diciembre de 2022: el deterioro de las perspectivas en el panorama global, la presión que pone la suba del dólar en las expectativas de inflación y la incertidumbre por el cambio de gobierno apuntalaron lo que el IPoM terminó de confirmar como el inicio de una nueva etapa contractiva.

Esta decisión sorpresiva, considerando las expectativas del mercado que señalaban el mantenimiento de las tasas en 8,5%, fue en línea con “lo sugerido” por la regla de Taylor, según expresó entonces el economista Aldo Lema.

"Salvo que las expectativas de inflación a 24 meses muestren cierto retroceso, el sesgo de la política monetaria de Uruguay sería más restrictivo en el primer semestre de 2025, con predisposición del BCU hacia nuevas alzas de la tasa referencial", consideró.

Los analistas pusieron en la mesa cuestiones que, en los últimos meses, venían encendiendo las alarmas levemente: la inflación subyacente llevaba varios registros muy cerca del rango meta —por encima del Índice de Precios del Consumo (IPC)—, y las expectativas de los agentes económicos, si bien se habían ubicado dentro de lo pretendido por las autoridades monetarias, nunca tuvieron muy por debajo del 6%.

Por ello, para el economista José Licandro, “el abandono de la fase contractiva de la política monetaria a fines de 2023 mostró ser prematuro”, y agregó que “la falta de autonomía del BCU agregó incertidumbre y colaboró en la reversión de expectativas”, en referencia a una crítica que ha señalado de forma constante sobre la independencia del banco central.

Embed

Según expresó el analista a través de su cuenta de X, “los agentes parecen requerir acciones concretas más que anuncios para retomar confianza”, no solo en relación al rumbo de política monetaria del gobierno electo, sino también en cuanto a lo sucedido en los últimos dos años en la actual gestión.

Dejá tu comentario

Te puede interesar