1 de marzo 2025 - 08:16

Yamandú Orsi inicia su recorrido como presidente de la República

El frenteamplista abordará el desafío de conciliar una ambiciosa agenda social con las limitaciones económicas, una dicotomía que ya causó los primeros chispazos en el gabinete.

El presidente electo, Yamandu Orsi, encabezando una reunión de su gabinete designado.

El presidente electo, Yamandu Orsi, encabezando una reunión de su gabinete designado.

Foto: Comunicación de Yamandú Orsi

La tarea no es menor, cuando además ha generado roces en el seno de un gobierno que aún no ha asumido y en momentos en que la realidad impone mayores problemas de los que esperaba la futura administración, con cierres de empresas, sectores industriales en agonía y trabajadores sumándose de a cientos al seguro de paro.

La perspectiva del regreso del FA al poder parecía más clara en diciembre: la atención estaba puesta en un gran diálogo social, en el que el principal tema de agenda era avanzar con modificaciones al sistema de seguridad social, una imposición de un viejo aliado, el PIT-CNT, que Orsi recogió moldeándola a su mejor rasgo político, la moderación.

Así, en marzo, gobierno, sindicatos y empresarios se sentarían a analizar nuevas condiciones que permitan bajar la edad jubilatoria y mejorar pensiones mínimas, pero sin espantar inversiones y al mercado. El gradualismo sería la clave del éxito.

Y aunque la cuestión previsional se mantiene, el baño de realidad impuso al gobierno entrante una agenda laboral y productiva de urgencia. La salida del Uruguay de Yazaki fue la punta del iceberg de la precaria situación que enfrentan trabajadores, por un lado, y empresas, por el otro. Se sucedieron en el último mes noticias sobre la endeble realidad de la matriz productiva uruguaya, con una decena de compañías en riesgo de acuerdo a los designados ministros de Trabajo, Juan Castillo, y de Industria, Fernanda Cardona. A ello se suma la crisis ganadera desencadenada por la estafa de los fondos de inversión en ese sector.

“Parece que para este gobierno no hay luna de miel”, decía días atrás el secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez. La frase pronunciada para el mundo político podría, sin problemas, extenderse al mundo económico.

El estado de las finanzas públicas fue el tema sensible en la transición, con información retaceada y denuncias de números maquillados. Cuando los datos llovieron a cántaros finalmente la semana pasada, el cuadro no mejoró: el gobierno saliente deja un déficit fiscal elevado para lo que eran sus propias metas, con los tres pilares fiscales incumplidos.

Gabriel Oddone y equipo requerirán mucha destreza para mejorar la estabilidad fiscal y facilitar que el presidente Orsi pueda avanzar con políticas sociales sin elevar más el gasto público.

El futuro ministro de Economía y Finanzas ha presentado -¿precipitadamente?- algunas ideas de gestión, como la de desindexar salarios, desencadenando una ola de reproches en el mismo gobierno que integra. A la habilidad con los números, deberá ahora sumar el manejo del timming político.

En donde el frente parece estar más unido es en la política exterior, una materia en la que el próximo ejecutivo ha jugado grandes esfuerzos para colocarse en la vidriera internacional en estos primeros días.

El reordenamiento obvio hacia América Latina, con Brasil como norte, no es obstáculo para mantener una premisa que se ha convertido en política de Estado: Uruguay debe abrirse al mundo. Así, primero en las prioridades del nuevo canciller, Mario Lubetkin, se encuentra lograr avances para el sello definitivo del acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE) y la apertura de nuevos mercados en Asia y Medio Oriente.

El problema debajo de la alfombra es y será Venezuela. Fue el tema incómodo en la campaña, con Orsi demorando la categorización de dictadura, y que se reflotó con la invitación pedida y bloqueada por Lacalle Pou para que Nicolás Maduro asista al acto de asunción.

Un tema no menor y que se obvia muchas veces en la polémica bolivariana: no solo se trata de ideología, hay en medio un ciudadano uruguayo detenido arbitrariamente del que no se tienen noticias desde fines de octubre, Fabián Buglione.

Orsi revelará esta tarde con su primer discurso como presidente de la República, cómo se moverá en ese campo minado que es la gestión política, teniendo presente que el deseo propone, pero la realidad impone.

Dejá tu comentario

Te puede interesar