17 de noviembre 2024 - 08:12

Yamandú Orsi y Álvaro Delgado se miden en un único mano a mano con la atención puesta en los indecisos

Los candidatos a la Presidencia bajaron su exposición para llegar concentrados a la confrontación discursiva de esta noche.

El debate de esta noche será el único mano a mano entre Yamandú Orsi y Álvaro Delgado en la previa al balotaje 2024.

El debate de esta noche será el único mano a mano entre Yamandú Orsi y Álvaro Delgado en la previa al balotaje 2024.

Foto: Estudio 9

Los candidatos a la Presidencia, Yamandú Orsi (Frente Amplio) y Álvaro Delgado (Partido Nacional) se medirán esta noche en un esperado debate,con el que esperan inclinar a su favor la balanza electoral a una semana del balotaje que sellará definitivamente su surte política.

La cita, que será transmitida desde las 21 por cadena nacional de radio y televisión, traerá a los votantes la novedad de enfrentar a Orsi con Delgado, luego de que el aspirante del Frente Amplio (FA) evitara en el primer tramo de campaña de participar de foros por entender que se hallaba en condiciones desiguales al debatir con todos los aspirantes de la Coalición.

Incluso sus detractores llegaron a sugerir que el exintendente de Canelones no participaría del cara a cara. Algo que fue descartado categóricamente inmediatamente que comenzó la carrera por la segunda vuelta. “Es la ley”, dijo entonces el jefe de campaña del FA y senador, Alejandro Sánchez.

Tanto Orsi como Delgado, que acarrean meses de exposición desde que comenzaron su recorrido hacia la Presidencia con la competición interna en sus partidos, han bajado la presencia pública en los últimos días con el objetivo de prepararse para el debate de esta noche. La estrategia es doble: llegar concentrados y sin agobiar a los electores.

“La preparación es intensa” dijo a Ámbito un cercano colaborador del frenteamplista. Mientras que el candidato blanco posó sobre los hombros de legisladores nacionalistas mantener el ritmo de presencia en el interior para dedicarse a elaborar su estrategia para hoy.

Lo que está en juego, principalmente, es la conquista de los indecisos –entre un 5 y un 8% dependiendo el sondeo- y de aquellos votantes no cautivos de la Coalición, para uno, y del Frente, para el otro.

Una tarea nada sencilla si se tiene en cuenta una premisa conocida en opinión pública: los debates presidenciales pocas veces son determinantes para una elección. Algo con lo que parece coincidir el expresidente José Mujica, quien hace dos días afirmó que “nunca sirvió para nada”.

Sin embargo, son un valioso ejercicio político y de institucionalidad y pueden ser un terreno fértil en estrategia política para señalar las inconsistencias del rival en lo que resta de campaña, que en el caso de Uruguay son apenas 6 días desde que termine la transmisión televisiva.

Vale recordar la horrible performance que dejó nada más y nada menos que al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, fuera de la competencia por la reelección. Aunque es más una excepción a la regla que una constante, es una demostración de que los debates presidenciales tienen el potencial de consolidar o de destruir a un candidato y, en el peor de los casos, de adormecer a los indecisos en vez de despabilarlos.

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