Yamandú Orsi y un gesto a la sostenibilidad ante el impulso del negacionismo climático

La administración del flamante presidente refleja su compromiso con la lucha contra el cambio climático en un contexto donde crece el negacionismo en discursos de derecha.

Yamandú Orsi y Carolina Cosse harán el traslado desde el Palacio Legislativo hacia Torre Ejecutiva en un auto eléctrico.

Este 1 de marzo Yamandú Orsi y Carolina Cosse, se consagrarán, finalmente, como presidente y vicepresidenta de la República. En una asunción en la que el nuevo gobierno da muestra de lo que serán sus políticas ambientales con el traslado oficial en un auto eléctrico.

Siguiendo el protocolo, el binomio presidencial se dirigirá del Palacio Legislativo, luego de llevar a cabo su juramento, a la Torre Ejecutiva donde lo estarán esperando Luis Lacalle Pou y Beatriz Argimón. Con dirección hacia Plaza Independencia y pasando por la avenida 18 de Julio, Orsi y Cosse se desplazarán en un vehículo coreano, el Hyundai Ioniq 5.

“Vamos a dar una señal de nuevos tiempos”, dijo el flamante secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, durante la conferencia de prensa donde especificó los detalles de la trasmisión de mando. Seguro de las futuras políticas del gobierno que integra, Sánchez sostuvo que este guiño refleja su compromiso de trabajar en la profundización de la transformación energética.

El gobierno de Orsi pretende dar un mensaje claro con este traslado particular: el cuidado del medio ambiente y profundizar en la transición a energías limpias, que comenzó en el año 2010 no es una mera política, sino un compromiso institucional y estatal que atraviesa administraciones. Los gobiernos pasan, el Estado queda, han dicho en varias oportunidades referentes políticos de diferentes partidos.

Un gesto progresista en un mundo donde avanza la derecha

El histórico resultado del extremista AfD en las elecciones en Alemania el fin de semana se suma a los diferentes gobiernos de ultra derecha que están venciendo en países importantes en el mundo.

El segundo triunfo en Estados Unidos de Donald Trump, el liderazgo de Georgia Meloni en Italia y la arrasadora victoria de Javier Milei del otro lado del Río de la Plata tienen varios factores en común, pero hay uno que comprometería el futuro del Uruguay como vanguardista en políticas ambientales: el negacionismo climático.

El rechazo de los gobiernos de derecha al cambio climático ha sido tan fuerte que las políticas mundiales del cuidado del ambiente que se habían logrado implementar podrían tambalear. Tal es así, que el gobierno estadounidense anunció oficialmente su salida del Acuerdo de París y Argentina podría seguir ese camino.

En este marco, es que las inversiones a nivel global en fondos sostenibles en 2024 se han reducido a la mitad, reflejado en una baja de 36 millones de dólares. Los discursos de negacionismo climático y los altos intereses en Estados Unidos a las energías no renovables fueron algunos de los causantes del descreimiento por parte de los mercados.

Así, la esperanza de que los países más fuertes del mundo utilicen el inminente cambio climático para cambiar sus matrices productivas por energías limpias con políticas claras apuntadas a la mejora económica, parece diseminarse mientras que en Uruguay el compromiso sigue vigente gobierno tras gobierno.